Y es que, según explica la subdirectora de Promoció de Salut de la Generalitat, Carmen Cabezas, el brote iniciado en septiembre podría prolongarse hasta un mes y medio, aproximadamente.

Para evitar un mayor contagio y para al menos estabilizar el brote, la conselleria de Salut inició el jueves pasado una campaña de vacunación. Por el momento, ya son más de 6.000 los niños de entre 9 y 15 meses que han sido vacunados. Para cuando termine la campaña, serán 32.578 los niños que habrán recibido el pinchazo que les inmunice.

Esta es una franja de edad especialmente susceptible de sufrir el sarampión por el hecho de no contar todavía con un sistema inmune propio suficientemente fuerte.

También los adultos

La vacuna que se está administrando es la triple vírica , que normalmente se administra a los niños a partir de los 15 meses y que inmuniza contra el sarampión, la rubéola y la parotiditis. Sin embargo, también los adultos pueden sufrir la enfermedad y, de hecho, las personas que están en contacto directo con los enfermos ya están siendo vacunados.

Podría volver a pasar

El sarampión era hasta hace poco una enfermedad habitual. Hace 20 años, en 1986, se registraron 5.849 casos.

Sin embargo, en los últimos años, la cifra era ya anecdótica: sólo 6 casos en el 2005.

Ahora bien, según Cabezas, "hasta que no se llegue a una erradicación en todo el mundo, se repetirán brotes como éste".

Una enfermedad muy contagiosa

El brote de sarampión colapsó el área maternoinfantil de los hospitales de la región sanitaria de Barcelona.

Fue en las pasadas Navidades y obligó a reconvertir habitaciones dobles en individuales para evitar el contagio.

Y es que con un simple estornudo se puede llegar a traspasar el virus del sarampión. Los primeros síntomas son parecidos a los de un constipado: ojos enrojecidos, estornudos y tos, y en algunos casos hasta 38o C de fiebre. La erupción rojiza, que cubre todo el cuerpo, llega más tarde.