Así, María Jesús, una vecina que conocía a las dos inquilinas, afirmó que "la madre tenía que dormir con la llave echada porque tenía miedo" a su hija.

"Le pegaba, la había tirado por las escaleras y había tenido que estar varias veces ingresada" comentó hoy frente al portal de la casa que compartían madre e hija.

Supuestamente, según relató María Jesús, la hija había estado ya ingresada en una clínica privada debido a problemas psiquiátricos y su madre sospechaba que los "brotes violentos" que a veces padecía se debían a "consecuencia de una anorexia" que tuvo de joven.

Sin embargo, pese "a las peleas" y las "palizas" la madre no podía tratar "mejor" a su hija, señaló María Jesús. "Al final, ha pasado lo que más se temía ella ", concluyó.

Peleas constantes

Otro vecino, Rafael, que vive justo encima del piso que compartían ambas, relató que madre e hija estuvieron discutiendo "prácticamente todo el día" y que las peleas eran constantes.

"Llevan mucho tiempo con broncas permanentes" aseguró.

"A los vecinos nos molestaban porque nos llamaba a deshoras para que le diéramos dinero o fuéramos a la farmacia a por medicinas", dijo.

Rafael se enteró de lo que ocurría porque cuando ayer tarde la Policía golpeó la puerta de sus vecinas creyó que estaban llamando a su propia casa.

"Salimos y nos encontramos con la Policía intentando abrir la puerta de la casa y los pasillos llenos de humo" relató.