La derecha recupera el poder en Noruega ocho años después

  • La oposición, encabezada por la conservadora Erna Solberg, ganó este lunes las elecciones legislativas al lograr 96 escaños.
  • Solberg ha ofrecido una coalición a los otros partidos de centro-derecha.
  • Pierde la coalición "rojiverde" del primer ministro, el laborista Jens Stoltenberg, quien ha presentado su dimisión.
  • La participación fue del 71,4 %, la más baja desde 1927.
Erna Solberg (c) llega al edificio del Parlamento, después de las elecciones generales.
Erna Solberg (c) llega al edificio del Parlamento, después de las elecciones generales.
EFE/Poppe Cornelius
Erna Solberg (c) llega al edificio del Parlamento, después de las elecciones generales.

La oposición de derecha, encabezada por la conservadora Erna Solberg, ha obtenido una clara victoria en las elecciones legislativas noruegas que le permite recuperar el poder ocho años después. Solberg ha ofrecido formar una coalición de gobierno a los otros partidos conservadores. El bloque opositor ganó las elecciones con el 53,9 % frente al 40,5 % de la coalición "rojiverde" del primer ministro, el laborista Jens Stoltenberg, según informó la Autoridad Electoral de este país nórdico.

El Partido Conservador y sus aliados han alcanzado 96 escaños. El Partido Laborista y los suyos se han quedado con 76, y Los Verdes, que se mantienen al margen de estas alianzas y que hasta ahora no tenían representación en el Parlamento, entran con uno. La participación fue del 71,4 %, cinco puntos menos que en 2009, la más baja desde 1927.

En el discurso pronunciado ante sus seguidores tras conocer los resultados, Solberg ha invitado a los líderes de los partidos Liberal, Progresista y Cristianodemócrata a iniciar las negociaciones para formar una coalición que impida la continuidad de los laboristas y sus socios en el Ejecutivo

Solberg, que será la primera jefa de Gobierno conservadora desde 1990, no logró mayoría absoluta con el Partido del Progreso, su combinación ideal, y necesitará el apoyo del Partido Liberal o del Partido Cristianodemócrata, los socios minoritarios del bloque y enfrentados a la derecha ultranacionalista en inmigración.

Pese a una bajada considerable y la pérdida de la segunda plaza, el Partido del Progreso podrá entrar por primera vez en un gobierno, algo que ningún otra fuerza de corte similar ha hecho antes en Escandinavia, aunque el Partido Popular danés fue socio externo clave del Gobierno liberal-conservador una década.

"Nosotros contribuiremos al cambio, garantizaremos que ocurra", ha dicho el líder cristianodemócrata, Knut Arild Hareide, asegurando que mantendrán esta "promesa", aunque no consigan cargos en el nuevo Gobierno.

Hasta ahora, los cristianodemócratas y los liberales se han mostrado reacios a pactar con los progresistas, debido a sus diferencias en materia de inmigración y gasto público, lo que dejaría a los conservadores gobernando en minoría.

Noruega tiene una larga historia de gobiernos en minoría, debido a la existencia de leyes que impiden anticipar las elecciones legislativas y que, por tanto, garantizan la estabilidad del Ejecutivo.

Dimisión anticipada

Stoltenberg ha reconocido la derrota y, en consecuencia, ha anunciado que dimitirá el próximo 14 de octubre, tras presentar los presupuestos generales, de acuerdo con The Norway Post.

Según analistas políticos, los noruegos han castigado en las urnas al Partido Laborista por desaprovechar la década de extraordinario crecimiento económico que ha experimentado el país nórdico, permitiendo un estancamiento.

En su discurso en la sede laborista, Stoltenberg reconoció la "dura tarea" que suponía lograr tres victorias electorales seguidas para la coalición "rojiverde", que ya en 2009 logró un triunfo ajustado tras remontar los sondeos en la campaña. Aunque "decepcionado", dijo no sentirse "derrotado".

Stoltenberg apuntó al "fuerte deseo de cambio" y a la falta de movilización de parte de su electorado para explicar la derrota, que no obedece aparentemente a motivos económicos.

La campaña del primer ministro noruego tuvo una gran repercusión, también fuera de las fronteras de su país. Stoltenberg se disfrazó de taxista y condujo un vehículo por las calles de Oslo debatiendo sobre política con los ciudadanos.

Noruega, que no forma parte de la UE, apenas ha sufrido los efectos de la crisis y mantiene unas buenas cifras macroeconómicas, con un índice de paro por debajo del 4%.

Lo que dijeron las urnas

El Partido Laborista fue el más votado con el 30,9 %, 4,5 puntos menos que en los anteriores comicios de 2009, y 55 escaños, frente a los 64 de entonces. El Partido Conservador mejoró casi diez puntos y ganó 18 escaños para obtener el 26,8 % y 48 mandatos.

En el caso del Partido del Progreso cayó 6,6 puntos y 12 escaños para lograr el 16,3 % y 29 diputados en el Storting (Parlamento). La cuarta fuerza fue el Partido Cristianodemócrata, con el 5,6 %, una décima más, y diez escaños, los mismos que en 2009.

El Partido Centrista, uno de los dos socios minoritarios de los laboristas, logró el 5,5 % y diez mandatos, siete décimas y un escaño menos. Por otra parte, el Partido Liberal ganó tres puntos y siete diputados para lograr el 5,2 % y nueve mandatos.

El Partido de la Izquierda Socialista bajó algo más de dos puntos y perdió cuatro escaños para acabar con el 4,1 y siete. El Partido del Medio Ambiente "Los Verdes" se quedó en el 2,8 % y no superó la barrera mínima del cuatro por ciento, pero obtuvo un mandato por los votos de asignación personal, el primero en su historia.

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