Los hechos se remontan a abril de 2012, cuando la pareja condenada, junto con otras dos personas, acudieron al domicilio de la tía de ella a sabiendas de que se encontraba sola y que guardaba en una caja fuerte dinero y joyas que no habían vendido tras la liquidación de un negocio de joyería.

Así, mientras el hombre permaneció en el portal vigilando la llegada del marido de la víctima, la sobrina y las otras dos personas, que no han sido identificadas, lograron entrar en la vivienda diciéndole a la víctima que le llevaban un regalo del banco por las bodas de oro que iban a celebrar días después.

Una vez dentro, los dos acompañantes de su sobrina amenazaron con matarle si no les daba el dinero y las joyas. Una vez logrado el botín, los dos sujetos sentaron y sujetaron a la víctima en un sofá para impedir que pudiera moverse mientras huían del domicilio en un vehículo conducido por el condenado. Aún así, muy poco tiempo después la víctima logró zafarse de la mordaza.

Algunas de las joyas fueron vendidas por la sobrina en establecimientos de compra venta de oro en diversas localidades por valor de 19.332 euros, aunque no han podido recuperarse todas las joyas. Además, los asaltantes se llevaron 14.000 euros en metálico.

él lo reconoció

Durante el juicio, el hombre reconoció que fueron al domicilio y admitió su participación en el asalto, mientras que la mujer se limitó a negar su participación, aunque tampoco dio una explicación razonable respecto a la tenencia y venta de las joyas en los establecimientos Orovalensa y Oro Pardo apenas unos días después del asalto.

La Audiencia da por probada la participación de la sobrina en que los autores conocieran las rutinas de la víctima y su marido, así como que conocieran que iban a celebrar las bodas de oro y que guardaban en el domicilio joyas y una cantidad considerable de dinero en metálico.

Por todo ello, el tribunal alicantino condena a la mujer a una pena de cuatro años y dos meses por un delito de robo con intimidación y a tres años y un día por un delito de detención ilegal; y al hombre a tres años y un día por un delito de robo con intimidación. Así mismo, les condena de manera subsidiaria al pago de una indemnización de 33.322 euros en concepto del dinero robado y del valor de las joyas que no se han podido recuperar.