Un fuga preparada que serviría para un guión de cine. Un preso de la cárcel de Alcalá-Meco (Madrid II), encarcelado por delitos sexuales y homicidio, se fugó el jueves por la tarde del hospital Príncipe de Asturias (en Alcalá de Henares) con la ayuda de unos compinches. El incidente ha provocado que la dirección de la Policía Nacional haya abierto una información reservada a los dos agentes que custodiaban al preso.

El recluso, ingresado en uno de los módulos de jóvenes de Meco (dónde están los menores de 25 años), se lesionó el jueves por la tarde jugando al fútbol dentro de la cárcel. Tuvo una rotura en uno de sus brazos, por lo que tuvo que ser trasladado para ser atendido al hospital más cercano, el de referencia para esa prisión, el Príncipe de Asturias, situado a tan solo cuatro kilómetros de la prisión. Allí se le escayoló la muñeca y se avisó a la familia, como marca el protocolo.

Cuando los dos policías regresaban a su vehículo escoltando al preso, que iba sin esposas por culpa de la escayola, se encontraron con una pelea en la calle, fuera de las instalaciones hospitalarias, al parecer organizada por algunos familiares del preso. Dos personas, compinchadas con el recluso, según fuentes policiales, eran los que habían organizado la trifulca. Lo suficiente para crear un momento de duda a los dos agentes, que no sabían si intervenir o no. En ese momento, apareció un BMW que abrió sus puertas, los dos compinches empujaron a los agentes y el preso se metió en el vehículo y huyó. De momento, no hay detenidos.

Fuentes penitenciarias han confirmado la fuga del preso. También la Guardia Civil, que tiene desde el viernes la orden de su busca y captura. Fuentes policiales creen que todo estuvo preparado hasta el milímetro, incluso la lesión del preso en la cárcel, que debía saber que si se hería de gravedad esa tarde jugando al fútbol (un partido programado), lo más seguro es que fuera trasladado ese mismo día al hospital de Alcalá de Henares. La Policía Nacional ha visionado las cámaras de seguridad del hospital y ha podido comprobar cómo los dos compinches se movían por varias zonas del centro hospitalario.

Todo ocurrió en la rampa de acceso a Urgencias, y según las mismas fuentes, el preso también golpeó con su escayola a uno de los dos policías. El sindicato Unión Federal de Policía va a pedir que se refuercen las medidas de seguridad de los agentes de la comisaría de Alcalá destinados a llevar a los presos al hospital cada vez que tiene que haber un traslado de este tipo, ya que muchas veces tienen que dejar el coche policial bastante alejado de las puertas de acceso del hospital.