La armadora del 'Prestige' dice que España fue víctima de "servidores negligentes"

El petrolero Prestige, escorado, frente a la costa gallega.
El petrolero Prestige, escorado, frente a la costa gallega.
EFE
El petrolero Prestige, escorado, frente a la costa gallega.

Tras más de ocho meses y decenas de declaraciones de testigos y de presentación de informes periciales, la vista oral del juicio que evalúa los daños del accidente del petrolero Prestige en noviembre de 2002 frente al litoral gallego quedará visto para sentencia el próximo miércoles. El abogado Santiago Zabaleta, que representa a la empresa propietaria y armadora del barco, Mare Shipping, ha asegurado este martes que el Estado español fue "víctima" de la catástrofe provocada por este petrolero pero, ha precisado, a causa de la "negligencia" de sus propios servidores.

Zabaleta ha presentado sus conclusiones definitivas ante el tribunal de la Audiencia Provincial de A Coruña que juzga los daños por la marea negra del Prestige, ocurrida en noviembre de 2002 frente al litoral gallego y que afectó a más de 1.700 kilómetros de costa, desde Portugal a Francia, en lo que se convirtió en la mayor catástrofe medioambiental de la historia de España.

Durante el juicio, este letrado ha tratado de probar que no existía ningún motivo para alejar el barco del litoral porque en los primeros momentos de la crisis apenas se produjo vertido de fuel, y llegó a acusar al exdirector general de la Marina Mercante López Sors, al único alto cargo de la administración española acusado en este proceso, de "prefabricar un desastre" para justificar su decisión.

Este letrado ha exculpado de toda responsabilidad a los tripulantes del buque acusados en este proceso, el capitán, Apostolos Mangouras, y el jefe de máquinas, Nikolaos Argyropoulos, a quienes ha definido como "marinos de pelo en pecho" y de los que ha dicho que hicieron todo lo posible por evitar la catástrofe.

Aunque ha reconocido la responsabilidad de la armadora en el "vertido inicial", ha acusado a las autoridades españolas de convertir un derrame accidental limitado —que ha cifrado en 1.500 toneladas de fuel, un 3% del total— "en una contaminación masiva de las costas españolas y francesas". Además, ha precisado que con los 22 millones que depositó la aseguradora del Prestige, London P&I Club, en el juzgado de Corcubión y los 151 millones que tiene previsto abonar el Fondo Internacional de Indemnización de Daños debidos a la Contaminación por Hidrocarburos (Fidac), "habría para cubrir tres o cuatro veces" los daños iniciales, que son los imputables a la armadora del petrolero.

"El resto es responsabilidad de las autoridades marítimas españolas que llevaron al barco hacia ninguna parte y empezó a verter más y más", ha apostillado el letrado de Mare Shipping.

Esta mañana también ha presentado sus conclusiones finales el letrado Paulino Rivero, que representa al jefe del máquinas, y ha defendido la "absoluta inocencia" de su patrocinado, para el que algunas acusaciones particulares piden hasta siete años de prisión. Además, ha incidido en que el Prestige, junto con el Titanic, es el buque "más analizado de la historia" y su historial es "impecable".

El accidente del Prestige

El 13 de noviembre de 2002 a las 14.15 horas, el petrolero Prestige, un monocasco con bandera de Bahamas cargado con 77.033 toneladas de fueloil, lanzó una llamada de socorro cuando navegaba frente a las costas gallegas debido a la ruptura de uno de los tanques durante una tormenta.

El buque, procedente de San Petersburgo (Rusia) y que se dirigía a Gibraltar, fue remolcado tras el accidente lejos de la costa gallega, por decisión de las autoridades, y finalmente el 19 de noviembre de 2002 se partió en dos a unas 150 millas.

Dadas sus dimensiones, con 2.128 partes personadas, 133 testigos, 98 peritos, 51 abogados y 21 procuradores, el macrojuicio por la mayor catástrofe medioambiental de la historia de España se celebra desde el pasado 16 de octubre en el recinto ferial de Expocoruña.

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