Las águilas reales que se sueltan en el Xurés tienen un índice de supervivencia superior a la media

El refuerzo de la población gallega con pollos criados durante dos meses duplicó los territorios vitales del águila en Galicia

El parque natural Baixa Limia-Xurés es el lugar habitual de suelta para los polluelos de águila real, que se crían durante dos meses por la ONG Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat (Grefa) en Madrid y luego se transportan para su liberación a esta zona desde hace 12 años.

En estos parajes del Xurés los animales, que llevan emisores GPS para ser localizados, han mostrado una supervivencia del 50 por ciento, un porcentaje más elevado que la media, que es de un 30 por ciento.

El presidente de Grefa, Ernesto Álvarez Xusto, que es natural de Pobra de Trives, ha explicado a Europa Press que los 18 ejemplares liberados hasta ahora pasan una etapa juvenil de dispersión que les lleva a territorios más o menos alejados del inicial, para establecerse más tarde en un espacio que tiene como media cien kilómetros cuadrados.

"Cuando comenzamos a trabajar en el refuerzo de la población de estas rapaces, había en Galicia unos cuatro territorios censados y ahora tenemos entre seis y doce, lo que supone un gran progreso, pues eso indica que ya tenemos resultados permanentes a partir de los pollos de refuerzo, que constituyen, hasta que cumplen cinco años, un población flotante que no se sabe donde se establecerá", ha destacado.

La situación del águila real en Galicia centra un informe que el colectivo prepara para dar a conocer dentro de unas semanas y este martes han presentado un libro del abogado ambientalista Eduardo Gil sobre la normativa que rige la protección de la fauna salvaje y un pequeño catálogo de buenas prácticas para conservar la biodiversidad.

La presentación del libro ha sido en el parador de Santo Estevo de Ribas de Sil (Nogueira de Ramuín), elegido, según Álvarez, por su situación en medio de un bosque primario en plena Ribeira Sacra, lo que da un marco "coherente con el trabajo que se desarrolla en Grefa", ha señalado.

Allí también habló Alberto Gil, que se ha presentado como "pastor de águilas" del parque del Xurés y ha explicado que los territorios históricos del águila real en Galicia comprendían casi toda la comunidad pero los eucaliptales, pinares, presión urbana, uso masivo de venenos a mediados del siglo XX y la persecución directa de los ejemplares "abocó a esta rapaz a quedar diezmada".

Cuando comenzó el trabajo de refuerzo con pollos criados durante dos meses en cautividad, según Gil, el seguimiento vía VHS primero, y GPS después, permite constatar que hay establecidos dos o tres individuos en la Serra do Cando y en la de Suído (entre Ourense y Pontevedra) y parejas establecidas, sobre todo, en el Macizo Central y sur de Ourense.

Según el "pastor de águilas", el último ejemplar seguido vía GPS desde 2012 salió del Xurés y se desplazó durante el otoño hasta el Algarve, en el sur de Portugal, y volvió al Alentejo (centro de Portugal). "Anda ahora por Pena de Francia, en Salamanca, así que esperamos que tras esta dispersión vuelva para asentarse por lo que sería su territorio natal en el Xurés o en el Macizo Central", ha señalado.

Los territorios más asentados, según Álvarez, están, en suelo ourensano, en Pena Trevinca, Serra de Queixa, Serra de San Mamede y sobre todo entre Viana do Bolo y Trives, donde también se producen "bajas por la destrucción involuntaria de nidos, cuando se abren pistas forestales sin controlar todo lo necesario", ha lamentado.

Daños a las águilas

El trabajo de refuerzo con pollos de Grefa incluye tareas desarrolladas por la Consellería de Medio Ambiente, como la mejora de la disponibilidad de presas para las rapaces, o mejoras ambientales para facilitar su desarrollo, además de cambios en los tendidos eléctricos realizados por Gas Natural Fenosa, "como el que se hizo de varios kilómetros en el Xurés, tras la muerte de dos águilas electrocutadas", ha concretado Álvarez.

Con todas las dificultades, según ha dicho, la tasa media de mortalidad asociada a programas de refuerzo puede ser del 60 o 70 por ciento de los ejemplares, pero en Galicia, el trabajo se está saldando con un 50 por ciento de bajas, "lo que da otro tanto de supervivencia y es muy alta".

Libro no jurídico

Por su parte, el abogado ambientalista Eduardo Gil, de Grefa, ha explicado que la ONG ambiental editó en papel ecológico su libro de buenas prácticas para la conservación de la biodiversidad y "sin ser una publicación jurídica, sí explica por qué se trabaja en la conservación del águila real en el Xurés y la normativa internacional, europea, estatal, autonómica y local que justifican todas las acciones en ese campo".

El libro es distribuído por pedidos registrados en la página de la ONG Grefa, y cuesta 10 euros destinados íntegramente a sus proyectos ambientales.

En el desarrollo de buenas prácticas, también destina un espacio a las primeras Reservas Marinas declaradas en España, en el litoral gallego.

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