El secretario general de Paz y Convivencia del Gobierno vasco, Jonan Fernández, ha defendido la necesidad de "desatascar" en los próximos seis meses el proceso para la consolidación del final del terrorismo, ya que si continúa "estancado" puede "ir a peor", por lo que ha apostado por lograr el "desarme" de ETA y por iniciar el "acercamiento" de los reclusos de la banda a Euskadi.

Fernández, que ha justificado esta urgencia por el hecho de que a partir de 2014 habrá varias convocatorias electorales que hará más "difícil" avanzar en esta dirección, ha comparecido este martes ante la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento Vasco para presentar el 'Plan de Paz y Convivencia' del Gobierno autonómico.

En su intervención, además de repasar los objetivos y líneas generales del documento, que ya fue dado a conocer la semana pasada, ha lamentado que tras el cese definitivo de la actividad terrorista anunciado por ETA en 2012, en la actualidad existe un "atasco" en la "consolidación de la paz o del final de la violencia".

El responsable de Paz y Convivencia del Ejecutivo autonómico ha afirmado que es necesario "desatascar" el proceso y que es importante tratar de lograrlo en los próximos seis meses, dado que a partir de 2014, habrá una sucesión de procesos electorales que harán más "difícil" lograr avances en esta dirección.

A su juicio, es necesario lograr "un gran avance" en esta materia, puesto que si el proceso para el final del terrorismo "continúa estancado", esto supondría que "casi con toda seguridad irá a peor".

Entre otras cuestiones, ha defendido la importancia de lograr "el desarme final y efectivo" de ETA. No obstante, también ha planteado la conveniencia de acabar con el "problema" de que la política penitenciaria se mantenga "como si nada hubiera cambiado" y que no haya un "acercamiento" de reclusos a las cárceles de Euskadi. "Son cuestiones a las que hay que hincar el diente cuanto antes", ha añadido.

En otro momento de su comparecencia, ha realizado un ejercicio de "autocrítica" respecto a la época en la que, entre 1985 y 1990, fue concejal de HB. Fernández ha reconocido que en aquel periodo de tiempo situó "a la par" su ideología y la ética o los derechos humanos, y que pudo tener "una insuficiente conciencia del valor de la dignidad humana".