La mujer asesinada en Campo de Criptana no se defendió mientras era apuñalada por la espalda y de frente

Los forenses que realizaron la autopsia a la mujer asesinada por su marido en Campo de Criptana el 30 de enero de 2011 han declarado este miércoles ante el jurado popular que la víctima no presentaba ningún signo de haberse defendido ni cuando el agresor la apuñaló por detrás ni cuando le dio la vuelta para clavarle por última vez el cuchillo.

Los forenses que realizaron la autopsia a la mujer asesinada por su marido en Campo de Criptana el 30 de enero de 2011 han declarado este miércoles ante el jurado popular que la víctima no presentaba ningún signo de haberse defendido ni cuando el agresor la apuñaló por detrás ni cuando le dio la vuelta para clavarle por última vez el cuchillo.

En la tercera sesión del juicio contra M.A.T.S., para el que se piden entre 25 y 20 años de prisión o la libre absolución y su ingreso en un centro psiquiátrico, los médicos forenses han determinado que de las cinco puñaladas de diferentes profundidades que presentaba la víctima sólo dos eran incompatibles con la vida, una de las de la espalda y la del frente, ya que ambas penetraron hasta el pulmón izquierdo.

Sin embargo, el debate de la sesión de este miércoles ha sido sobre la salud mental del acusado, que trabajaba de pescadero en un supermercado de Campo de Criptana y a quien sus familiares no habían notado nada con anterioridad, y los médicos que le atendieron en la Unidad de Custodia del Hospital General de Ciudad Real han señalado que presentaba un "estado de depresión mayor".

En este sentido, han defendido que, aunque era consciente de lo que hacía, sus delirios no le dejaban ver otra salida que el suicidio ampliado —matar a su pareja y luego suicidarse— para solucionar sus problemas de deudas. Los especialistas han declarado que, por los signos que presentaba, debía padecer este trastorno desde hacía dos meses o dos meses y medio, aunque uno de los médicos ha indicado que, aunque lo hubiera visto el día anterior, no lo habría podido diagnosticar.

Colaborador y consciente

Una tesis totalmente diferente a la que han mantenido los médicos forenses que se entrevistaron con el acusado en varias ocasiones, la primera al día siguiente de los hechos, quienes han dicho al jurado que M.A.T.S. no cumple los cinco criterios médicos establecidos para diagnosticar un "estado de depresión mayor" y han asegurado que desde el primer momento no se mostró alterado y sí colaborador.

Además, los forenses han sostenido que, de haber presentado ese cuadro médico, lo seguiría teniendo en la actualidad y no habría desaparecido al día siguiente de matar a su mujer, ya que si la mató presuntamente por los problemas económicos para luego suicidarse, esos delirios se habrían mantenido tras la muerte de su mujer porque las deudas no desaparecieron.

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