Junta de Accionistas de Banco de Valencia aprueba fusión por absorción con CaixaBank con oposición de minoritarios

Armenter ratifica el compromiso con la sociedad valenciana mientras pequeños accionistas hablan de "robo" y "burla" a clientes históricos
Junta de accionistas de Banco de Valencia
Junta de accionistas de Banco de Valencia
EUROPA PRESS
Junta de accionistas de Banco de Valencia

La Junta General Extraordinaria de Accionistas de Banco de Valencia ha aprobado este miércoles con un 99,97 por ciento de los votos la fusión por absorción con CaixaBank —propietaria del 98,98 por ciento del capital—, con la oposición de los minoritarios, que han criticado duramente a los antiguos gestores de la entidad en una veintena de intervenciones y también la ecuación de canje, de una acción por 479 de la nacionalizada, hasta el punto de interrumpir con abucheos y gritos de 'fuera, fuera' la intervención inicial sobre este tema del presidente de Banco de Valencia, Marcelino Armenter.

En la Junta, la última que celebra la centenaria entidad valenciana y que se ha constituido con un 99,04 por ciento del capital —un 0,01 por ciento presente y un 99,03 por ciento representado—, Armenter ha anunciado que mantendrán la marca Banco de Valencia en las oficinas de la nacionalizada en las provincias de Valencia y Castellón, que lucirán ambos nombres comerciales, mientras que las de Alicante sólo exhibirán la denominación CaixaBank.

Además, ha avanzado que trasladarán la Dirección Territorial de Levante de CaixaBank al "emblemático edificio" que ocupaba Banco de Valencia desde 1942 en la calle Pintor Sorolla de Valencia.

De la ecuación de canje, ha destacado que "es razonable a partir de las circunstancias actuales del banco" y "equilibrado a efectos de la conversión en acciones de CaixaBank", y que así lo corroboraron tanto KPMG como Rothschild. Es más, en la réplica a los accionistas ha remarcado que la reducción del valor nominal de estos títulos de 0,20 a 0,01 euros se enmarca en el "valor real" de la entidad, que el FROB "valoró en negativo" y a cuyos accionistas ha "dado valor" CaixaBank tras la adquisición, de 0,053 euros por acción, de modo que tendrán un 0,2 por ciento del capital social de la entidad catalana.

Armenter admite que la "desaparición" de la entidad fundada en 1900, que prevé culmine "en la segunda quincena de julio", se produce "en circunstancias difíciles para los accionistas históricos" de Banco de Valencia, pero incide en que va a "permitir que la clientela actual disponga de una entidad capaz y solvente, dispuesta a mantener y aumentar el compromiso con la sociedad valenciana".

También ha agradecido a la plantilla de Banco de Valencia su "profesionalidad y esfuerzo" en este "período corto pero intenso", que ha incluido una "reestructuración ordenada, planificada y consensuada con los representantes de los trabajadores", con dos Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) que han conllevado la salida de 360 trabajadores en 2012 y de otros "795 empleados adicionales" este año y que, según ha dicho, posibilitarán que continúen en CaixaBank más de 800 trabajadores actuales del banco.

"continuar impulsando" las querellas existentes

Ante las numerosas intervenciones de accionistas que instaban a emprender acciones legales contra los anteriores gestores, Armenter ha recordado que "existen diversas querellas por distintos delitos, fundamentalmente por apropiación indebida y administración desleal", que se instruyen ante la Audiencia Nacional y que fueron interpuestas por Banco de Valencia cuando era administrado por el FROB.

Al respecto, ha indicado que "dado que el perjuicio patrimonial generado por las actuaciones presuntamente delictivas es el que determinó que el FROB tuviera que realizar aportaciones de capital", este organismo estatal "exigió que la Caixa, como principal accionista de Banco de Valencia, se comprometiera en la medida de sus posibilidades a continuar impulsándolas".

Como en anteriores sesiones, pequeños accionistas han expresado la "rabia" que sienten ante lo que consideran un "robo" de los ahorros de sus familias y un "castigo" e incluso una "burla" a los accionistas históricos, que "no son especuladores", han insistido.

También se han quejado por la "actitud denigratoria" mostrada hacia ellos hoy, al hacerles pasar por arcos de seguridad y colocar "personal infiltrado" entre el público. "No somos delincuentes ni somos etarras", han reivindicado. En esta ocasión, la mayoría de los minoritarios ha abandonado la sesión antes de proceder a la votación.

"los valencianos no olvidarán"

Entre los testimonios más personales han destacado el de un padre que invirtió en el banco la indemnización de 35.000 euros recibida por el atropello de su hijo, una madre que exigía soluciones para evitar perder los 80.000 euros que ahorraba para sus hijas o el de un exdirector de oficina y empleado actualmente del banco, que ha advertido de que "los valencianos no olvidarán" y ha asegurado que su familia retirará todos sus ahorros de CaixaBank puesto que este tema "le ha costado la vida" a su tío de 89 años, que compró subordinadas.

Por otro lado, en la Junta se ha dado luz verde a la autorización y delegación de facultades para la interpretación, subsanación, complemento, ejecución y desarrollo de los acuerdos adoptados.

CaixaBank se adjudicó Banco de Valencia a finales de 2012 por un euro y mantiene que esta fusión consolidará su liderazgo en el mercado español, con unos activos agregados de 370.000 millones de euros, más de 13 millones de clientes y una cuota de mercado en depósitos del 14,2 y del 15,3 por ciento en créditos a la clientela, a marzo de 2013. En Comunitat Valenciana y Murcia, aspira a convertirse en una de las entidades de referencia, con un volumen de negocio de 46.200 millones y casi 1,2 millones de clientes activos.

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