Las políticas de estímulo de Japón funcionan mejor de lo esperado y revisa al alza su PIB

  • Las políticas de estímulo económico de Japón están funcionado por encima de las expectativas del ejecutivo nipón.
  • Japón esperaba un crecimiento interanual del 3,5% en el primer trimestre y el Gobierno lo ha corregido este lunes hasta el 4,1%.
  • El Nikkei sube gracias a las buenas previsiones del Gobierno.
Un hombre en la bolsa de Tokio.
Un hombre en la bolsa de Tokio.
EFE
Un hombre en la bolsa de Tokio.

El Gobierno japonés ha elevado este lunes en seis décimas el crecimiento del PIB del país durante el primer trimestre de este año hasta el 4,1% interanual, una señal de que las medidas agresivas de estímulo del Ejecutivo comienzan a dar sus frutos.

El cálculo preliminar del Gobierno, publicado a mediados de mayo, situó el crecimiento del país en el 3,5% interanual, un resultado sustentado por un fuerte consumo interno y considerado entonces como muy positivo.

Ahora, apenas un mes después, el Ejecutivo ha demostrado que subestimó las posibilidades de crecimiento interanual de su economía que, impulsada por el "Abenomics" (como se conoce a la estrategia de crecimiento implementada por el primer ministro Shinzo Abe), ha superado las previsiones más optimistas.

En este sentido, con respecto al trimestre precedente, de octubre a diciembre del año pasado, el PIB también mejoró y se elevó una décima hasta el 1%, el mayor incremento en un año, que permitió a Japón encadenar el segundo trimestre consecutivo de crecimiento.

En el dato revisado hoy influyó decididamente el dato de inversión corporativa o inversión de capital fijo no residencial, cuyo retroceso mejoró sustancialmente para pasar desde el 0,7% de mediados de mayo hasta el 0,3% actual.

Además, el Gobierno mantuvo intacto, en el 0,9%, el crecimiento del consumo privado, un pilar que supone un 60% de la economía japonesa, con respecto al trimestre precedente.

La revisión al alza del PIB tuvo reflejo hoy también en la Bolsa de Tokio, cuyo selectivo Nikkei cerró con cerca de un 5% de beneficios ante el optimismo de los inversores con respecto el devenir de la economía nacional y al impulso dado por la eufórica sesión en Wall Street el pasado viernes.

En el dato revisado del PIB el Gobierno también dejó invariables los avances anunciados en mayo para las exportaciones -del 3,8%- y las importaciones -un 1%- en relación al periodo octubre-diciembre.

En este sentido, según los expertos, las exportaciones, que suponen cerca del 40% de la economía nipona, han mostrado recientemente signos de recuperación en línea con la mejoría del mercado en EE UU, segundo destino comercial de Japón, y la tendencia a la baja del yen.

Además, se espera que las drásticas medidas de flexibilización aprobadas en abril por el Banco de Japón (BOJ) y las políticas de estímulo y aumento del gasto público de la administración Abe, proporcionen un crecimiento sostenido del comercio exterior y la inversión privada durante los próximos trimestres.

"Se espera que la mejora en los beneficios empresariales impulse a los hogares y fortalezca el consumo", mientras que se estima que el PIB mantendrá su tendencia al alza tras el periodo abril-junio "en la senda de la plena recuperación", afirmó Mitsumaru Kumagai, analista del instituto de Investigación Daiwa, a la agencia Kyodo.

Desde que Abe llegó al poder en diciembre instauró una política centrada en acabar con 15 años de deflación crónica y recuperar las debilitadas finanzas de Japón, en esos momentos en recesión técnica y con una deuda pública de más del doble de su PIB.

Como parte de esas medidas, Abe revolucionó el papel del emisor, al que sedujo para sentar a Haruhiko Kuroda como nuevo gobernador y aprobar la meta conjunta de lograr en dos años una inflación sostenida en el entorno del 2%.

A pesar de que en los meses posteriores los mercados aplaudieron el atrevimiento de Japón y el yen se debilitó con fuerza con respecto al dólar, la incertidumbre parece haberse instalado en el parqué tokiota, que se ha mostrado muy volátil desde que se hundiera un 7,3% el pasado 23 de mayo.

Por ello, los analistas aguardan con inquietud el dato del PIB correspondiente al trimestre de abril a junio para poder analizar la tendencia real de la economía nipona y la forma en la que ha asimilado el "Abenomics".

En este sentido, el BOJ estima que el PIB nipón se situará en 2013 en el 2,9% y el IPC se situará en torno al 0,7%.

Mientras, a largo plazo se espera que el país cuente con el nuevo acicate que supondrá la esperada, y previsible, subida de impuestos sobre el valor añadido (IVA), la primera en cerca de 15 años.

El parlamento aprobó que el IVA pase en abril de 2014 del actual 5% hasta el 8% y en octubre de 2015 al 10%, una "carta" muy controvertida que Japón no se jugará, según ha indicado Abe, hasta que no se analicen cautelosamente su impacto en la economía.

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