Pasadas las 11.30, el bombo comenzó a girar. En las gradas había sobre todo parejas de jóvenes y algunas madres y abuelas. Pocos querían perderse el momento de escuchar su número por el altavoz. Unas 5.400 personas siguieron por Internet las casi cuatro horas que duró el sorteo. La web del Ayuntamiento recibió 200.000 consultas de malagueños que no pudieron escaparse del trabajo y querían saber si su número había salido premiado.
Primero, los minusválidos
El primer turno fue para los 36 pisos de discapacitados. Después llegó el momento para la mayoría: el bombo escupió la primera bola con el 17.927. A partir de ahí no paró hasta repartir las 1.301. Y 633 números se quedaron de reserva. El Consistorio enviará una carta a los agraciados, que tienen un mes para presentar su documentación.
Pitos y gritos de tongo por bolas escritas a mano
No lo explicaron desde el inicio del sorteo y el público se enfadó (hubo pitos y gritos de tongo) cuando salieron las bolas escritas a bolígrafo. Unas 100, a partir del número 18.000, les cayó aceite, según la empresa organizadora. «Nos dimos cuenta a las 7.00 horas, mientras comprobábamos que estuvieran todos los números, y hubo que ponerlos a mano», explicó el notario, Pedro Real, quien intentó contárselo a todos por megafonía, pero no se le oía.
La suerte llamó ayer a sus puertas...
«Cariño, ya te vas de casa de tu suegra»
Rafael Soler
Por su cara parecía que iba a explotar. Y así se sintió ayer cuando escuchó el 18.604 y a duras penas pudo marcar el número de su mujer: «Cariño, ve haciendo las maletas, que te vas de casa de tu suegra», atinó a decirle.
«Queríamos irnos a vivir juntos»
Rafael López y Toñi Montilla
Cada uno vive en casa de sus padres, pero estaban esperando conseguir un piso para irse a vivir juntos. No creían que les fuese a tocar y eligen Soliva. A los 10 minutos de resultar agraciados, al hermano de Toñi le tocó otra VPO.
«Ya tengo una casa casa para mi niño»
Tania Guzmán y Juan M. Cote
Fueron los primeros en llegar al Carpena, a las 4.00. Tania, de 21 años, no paraba de llorar cuando salió el 16.201. Ella y Juan, de 23, compartirán casa con su niño de 17 meses. «Sabía que me iba a tocar», afirmó Juan.
«Se lo pedí a mi Virgen del Carmen»
Carmen Clavero
Antes de llegar al Carpena, pasó a rezarle a la Virgen del Carmen. «Vivo con mis padres; como estoy soltera, es la única forma de poder pagarme un piso. Es el sueño de mi vida», contaba Carmen, que se quedó todo el sorteo.
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