Miles de personas caminando, una tras otra, casi como en una procesión, pero jovial, ascendiendo al Pagasarri.Desde hace 16 años que se repite esta costumbre, pero cada edición es diferente y novedosa; se buscan diferentes recorridos para que los montañeros descubran nuevos lugares sin salir de la capital vizcaína.
Ayer la novedad consistió en atravesar el paseo de los Caños, cruzar la ría en el barrio de La Peña, dirigirse hacia San Adrián y enfilar hacia el camino a la cima del Pagasarri por la ruta más habitual. El sirimiri no dejó de acompañar ni un momento a los más de 10.000 montañeros. Al menos, en la cima tuvieron la recompensa de un bocadillo y un caldo.
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