Montserrat Peña, la juez de Manresa que anoche ordenó prisión sin fianza para el jefe de seguridad y yerno de la familia Tous, Lluís Corominas, acusado de homicidio doloso por matar a un supuesto ladrón, adoptó esta decisión ante "la probabilidad de que el imputado trate de eludir la acción de la Justicia".

En el auto de prisión se destaca la "innecesariedad" la utilización de la pistola con la que Corominas disparó.

En el auto de prisión se describen todas las contradicciones en las que ha incurrido el acusado y detalla, entre otras cosas, que inicialmente explicó a los Mossos que habían intentado atropellarle, versión que luego negó, y que no ha sido encontrado el cargador de la pistola que usó y que, según él, guardó en su bolsillo y se ha extraviado.

La juez no impone fianza al aceptar las razones del fiscal, que alegó precisamente que la solvencia económica y social y la "enorme celebridad y prestigio" de la familia Tous "incrementa el riesgo de sustraerse a la acción de la justicia, pues podría permitir obtener la ayuda necesaria para, incluso, salir del país".

No cree a Corominas

La juez no se cree la versión de que Corominas se dirigió con su coche al Renault Megane donde estaba la víctima y su presunto cómplice creyendo que eran una pareja de novios para advertirles del peligro que corrían, ya que el vigilante de la casa le dijo por teléfono móvil que los ladrones habían estacionado su coche en el mismo sitio donde ya lo dejaron en otro intento de robo que habían filmado en días anteriores.

Tampoco se cree la juez la versión de que el acusado se dirigió a los dos ocupantes del coche, primero en catalán y luego en castellano, "para persuadirles de que se marcharan", porque consta acreditado por la grabación de la cámara de seguridad que filmó los hechos "que el intervalo de tiempo transcurrido desde que se ve a lo lejos detenerse el vehículo del señor Corominas hasta que se ve el destello" del primer disparo "fue de sólo un segundo".

"Igualmente cuestionable resulta su versión de haber disparado cerrando los ojos y sin mirar hacía dónde dirigía los disparos", añade la juez.

No había armas en el vehículo de la víctima

El auto rechaza también que la víctima hiciera gesto alguno para coger una pistola, pese a que el acusado afirma que le vio empuñarla, ya que no ha sido encontrada ningún arma en el vehículo.

Además, la juez razona que el único gesto que hizo el fallecido, que estaba sentado en el asiento del piloto, fue mirar a su presunto cómplice, momento en el que, según la autopsia, recibió el disparo en la cabeza, que le entró por detrás del cráneo.

La juez comprende que el acusado "estuviera nervioso" porque la familia Tous había sufrido varios robos, pero aduce que si vio un arma de fuego en manos del conductor fallecido "le bastaba haber continuado la marcha hacia adelante con su vehículo".

La juez indica, además, que los mossos no han hallado el cargador de la pistola de Corominas "y que él afirma que se guardó en un bolsillo" sin que "a juicio de quien resuelve, se sustente la tesis sobre su pérdida".