Es un módulo adosado al portero electrónico de casa que permite descolgar y hablar desde tu móvil con la persona que ha llamado al portero. La conexión se realiza por bluetooth u otra tecnología de corto o medio alcance. Se instalaría una aplicación en el móvil y así se realizaría la comunicación.

¿Dónde se instalaría?

En la línea que llega desde la calle hasta el portero, y se alimenta de esa misma línea. También habría una opción de atender al portero fuera del domicilio con tecnología GSM, pero costaría como una llamada.

¿Tiene otras aplicaciones?

Sí, puede funcionar como un contestador y dejar un mensaje si el usuario se va de vacaciones. Y también puede simular la presencia de una persona: si alguien llama, el portero le contestaría un mensaje que se haya grabado previamente. Sirve para ahuyentar a los cacos, porque normalmente lo primero que hacen es llamar al portero para comprobar si hay alguien dentro.

¿Cómo surgió la idea?

Fue de Cristina Urdiales y surgió para solventar algunas incomodidades: al típico repartidor de publicidad o cuando la llamada al portero te pilla en el baño… Aunque también es útil para personas con movilidad reducida.

¿Y el tiempo de desarrollo?

La patente nos ha costado unos tres meses de trabajo.

¿Han pensado en la posibilidad de comercializarla?

Tenemos la intención de hacer prototipos y contactar con alguna empresa para sacar al mercado el invento. Estamos estudiando si nos interesa elaborar a nosotros mismos el prototipo o echar mano de otros recursos.

Bio

Nació en Sevilla en 1976 y es técnico de apoyo a la investigación. En su tiempo de ocio: atletismo, escalada y tenis.