El 72% de alérgicos a alimentos cree que los productos no se etiquetan bien y que la hostelería no está bien preparada

El 72,3 por ciento de los alérgicos o con intolerencia a los alimentos de Andalucía (el 71,6% a nivel nacional) opina que cuando hacen la compra los productos "nunca o sólo a veces" están bien etiquetados, además de que tampoco proporcionan la suficiente información, según revela una encuesta nacional realizada por Eroski Consumer.

El 72,3 por ciento de los alérgicos o con intolerencia a los alimentos de Andalucía (el 71,6% a nivel nacional) opina que cuando hacen la compra los productos "nunca o sólo a veces" están bien etiquetados, además de que tampoco proporcionan la suficiente información, según revela una encuesta nacional realizada por Eroski Consumer.

Este sondeo revela, igualmente, que más de la mitad de los encuestados opina que en el sector hostelero "nunca" se toman las precauciones necesarias, "como por ejemplo avisar sobre la posible presencia de alérgenos en los platos, disponer de útiles de trabajo exclusivos para los menús especiales o evitar la contaminación cruzada en el almacenamiento y manipulación de los productos".

En concreto, este encuesta se ha realizado por Eroski Consumer a más de 1.100 personas que padecen alergias o intolerancias alimentarias, de las que 130 se encuentran en Andalucía. La misma se llevó a cabo entre finales de marzo y primeros de abril entre personas que sufrían una o ambas dolencias o que tenían a su cargo a familiares que las padecían.

En Andalucía, un 89 por ciento de los encuestados sufría alguna alergia o intolerancia alimentaria (o las dos), mientras que el resto tenía alguna persona a su cargo con alguna de estas dos dolencias. El perfil de los afectados y encuestados en la comunidad es el de una mujer (siete de cada diez lo eran) con una media de 36 años.

Además, un 47 por ciento eran intolerantes a algún alimento (aludían especialmente a la lactosa, el gluten o la fructosa), el 37 por ciento eran alérgicos (generalmente mencionaban la leche y sus derivados, y los frutos secos) y el resto compartían las dos enfermedades.

Desconfianza e inseguridad

En dicho sondeo, dos tercios de los encuestados andaluces manifiestan que no pueden hacer la compra habitualmente con total seguridad en cualquier establecimiento (un 31% nunca y un 35% solo a veces), hasta el punto, inclusive, de que un 27 por ciento piensa que los productos "nunca" se etiquetan de manera adecuada y otro 45 por ciento que "solo se hace a veces".

En general, los encuestados consideran que comprar resulta tedioso y difícil y reclaman una información lo más detallada y legible posible. Asimismo, para tres de cada cinco encuestados andaluces salir a comer fuera "supone un riesgo para su salud".

Y es que al pedir el menú, más de la mitad opina que en hostelería "nunca se toman las precauciones necesarias", como por ejemplo avisar sobre la presencia o posible presencia de alérgenos en los platos, disponer de útiles de trabajo exclusivos para los menús especiales, evitar la contaminación cruzada en el almacenamiento y manipulación de los productos o detallar al máximo los ingredientes de sus cartas y de sus menús. De ahí, que exijan más formación en el ámbito de la hostelería en materia de alergias e intolerancias.

Rutinas en la compra

Un tercio de los entrevistados andaluces con intolerancias de este tipo dice que adquiere sus productos alimenticios básicos únicamente en un tipo de establecimiento y un 63 por ciento necesita acudir a varios. Así, el 74 por ciento de los andaluces encuestados compra en el supermercado, el 67 por ciento en el hipermercado y un 36 por ciento en tiendas especializadas.

Durante la compra, un 86 por ciento de los entrevistados en Andalucía con estas dolencias asegura verificar siempre la lista de ingredientes de los productos que se adquieren específicamente para la persona alérgica o intolerante alimentaria. Además, otro 84 por ciento afirma comprobar habitualmente si en la etiqueta hay advertencias específicas.

Y es que el etiquetado es fundamental para el colectivo de alérgicos e intolerantes alimentarios porque es el lugar donde se proporciona la información más importante. Sobre la etiqueta, se han establecido normas que obligan a los fabricantes a indicar la presencia en los alimentos de ingredientes que causan alergias e intolerancias, y evitar su contaminación accidental con alérgenos que estén presentes en otros productos.

En definitiva, nueve de cada diez andaluces entrevistados con alergia o intolerancia alimentaria consideran que el carro de la compra de un alérgico e intolerante alimentario es más caro que el de las familias que no padecen estas enfermedades.

Precauciones si se come fuera

Cuando los alérgicos e intolerantes a algún alimento encuestados en Andalucía deciden ir a comer o cenar fuera de casa, toman siempre sus propias precauciones. En primer lugar, apuntan que siempre evitan cierto tipo de establecimientos; especialmente los de comida rápida.

Asimismo, entre los participantes de la encuesta, hay quienes nunca renuncian a seguir un proceso. Así, un 23 por ciento reserva con anterioridad, un 45 por ciento explica durante la reserva su alergia o intolerancia a los alimentos, un 63 por ciento se asegura cuando llega al restaurante de que el camarero sepa que tiene alguna alergia o intolerancia, un 89 por ciento lee cuidadosamente las descripciones de los platos por si hay alguna mención sobre el alimento hacia el que reacciona, un 78 por ciento verifica con el camarero los ingredientes que contienen los platos que le interesan y el 54 por ciento se asegura cuando pide la comida de que el camarero le da el mensaje al cocinero.

La encuesta se ha llevado a cabo en las 17 comunidades autónomas y en su difusión online ha colaborado la Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE) y la Asociación Española de Alérgicos a Alimentos y Látex (AEPNAA).

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