Condenado en Valladolid a dos años por estafar 20.000 euros a su novia para entregarlos a su exmujer

La Audiencia de Valladolid ha impuesto una condena de dos años de prisión a José Francisco H.A, un transportista autónomo que convenció en 2008 a su entonces novia, M.T.G.M, para que le prestara 20.000 euros para evitar el embargo de sus camiones, cuando en realidad el dinero se lo entregó a su exmujer para que pagara una deuda contraída con los padres del acusado.

La Audiencia de Valladolid ha impuesto una condena de dos años de prisión a José Francisco H.A, un transportista autónomo que convenció en 2008 a su entonces novia, M.T.G.M, para que le prestara 20.000 euros para evitar el embargo de sus camiones, cuando en realidad el dinero se lo entregó a su exmujer para que pagara una deuda contraída con los padres del acusado.

En su fallo, la Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia Provincial considera probado que el acusado cometió un delito de estafa, con la agravante derivada de haberse valido de la relación personal que mantenía con la víctima, y, amén de la pena privativa de libertad impuesta, coincidente con la solicitada por las acusaciones pública y particular, ha resuelto condenarle al pago de una multa de 1.080 euros y a indemnizar a su exnovia en la cantidad de 20.000 euros más los intereses devengados desde el 20 de octubre de 2008, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

El juicio estuvo marcado por el doliente testimonio de la víctima, cajera de un centro comercial, separada y con dos hijos, quien durante el testimonio prestado ante la Sala, en el que no cesó de llorar, aseguró con la voz entrecortada sentirse "vejada, humillada y engañada" por el procesado ya que, según apuntó, tras una relación sentimental que duró poco más de un mes le sacó 20.000 euros y nada más obtener el dinero desapareció.

"Al día siguiente me llamó por teléfono y me dijo que no estaba preparado para iniciar una nueva relación", recordó la estafada, que, absolutamente hundida, añadió que el transportista, quien realizaba portes para el centro comercial donde ella trabajaba en Valladolid, le mintió porque en ningún momento le confesó que los 20.000 euros eran para pagar una deuda de su exmujer sino para evitar que la Seguridad Social precintara unos camiones propiedad del acusado.

Al recordar los hechos, la declarante apenas pudo hacerse entender, fruto del llanto, al denunciar que el dinero que sacó del banco procedía del rescate de unos planes de estudio de sus propios hijos. "'He hecho el tonto porque pensé que se trataba de una relación seria, él no paraba de decirme que había encontrado en mi a la mujer de su vida y yo me dejé comer la oreja!", lamentó la cajera, que no sospechó nada raro ni siquiera cuando el acusado le pidió que le extendiera un cheque nominativo por 20.000 euros a nombre de una mujer, el de la ex de su entonces novio.

Confianza ciega en él

"Me dijo que confiara en él", declaró la víctima, que volvió a utilizar el termino "humillación" para sintetizar su estado de ánimo, sobre todo porque a los veinte días fue operada de un cáncer de mamá y su hasta entonces novio "no dio señales de vida" y, sobre todo, sigue sin devolverle un dinero vital para ella y sus hijos.

El aludido, sin embargo, aseguró que la testigo sabía perfectamente que el dinero era para ayudar a su exmujer, "ya que tenía problemas bancarios y judiciales", y eludió cualquier responsabilidad en cuanto a su devolución. "Entregué el dinero a mi ex y lo que ella haya hecho ni lo sé ni me importa, es ella quien tiene que devolverlo porque yo no he obtenido ningún beneficio, todo lo contrario, pues estoy sentado en el banquillo", alegó el transportista.

Las acusaciones pública particular, que solicitaron dos años de cárcel por estafa y la devolución del dinero, incidieron en que el trasfondo de los hechos se remonta a una operación financiera realizada por el acusado, consistente en la compra de un turismo marca Mercedes por valor de casi 60.000 euros en la que sus padres y la exmujer intervinieron como coavalistas.

Los impagos de José Francisco H.A. derivaron en una sentencia ejecutiva que colocó a su ex y los exsuegros de ésta como responsables civiles del pago de 58.200 euros, con lo que estos últimos demandaron finalmente a la primera para reclamar 19.566 euros a fin de cubrir la parte que le correspondía como fiadora solidaria.

Tal cantidad es la que logró 'sacar' el acusado a su nueva novia y que entregó más tarde a su exmujer para que ésta condonara la deuda con los padres de él.

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