Un estudio aboga por mejorar la coordinación entre la formación y el mercado laboral para hacer frente al paro juvenil

Incentivar la empleabilidad, fomentar la cultura emprendedora u optimizar las políticas activas de empleo son otras medidas

Un informe de la consultora McKinsey advierte del "profundo" problema del desempleo juvenil en España y hace hincapié en que todas las acciones que se pongan en marcha para resolverlo han de estar coordinadas por un plan global y un pacto de Estado. Entre algunas de las medidas propuestas, se aboga por mejorar la coordinación entre la oferta formativa y las necesidades del mercado de trabajo.

Además de garantizar una necesaria cantera académica e investigadora en la población universitaria, se apuesta por incentivar la empleabilidad como criterio en la selección de formación; crear un mercado de formación y trabajo más transparente; aumentar el componente práctico de la formación, enfatizando los esfuerzos del proceso Bolonia; fomentar la cultura emprendedora, y optimizar e incrementar la eficacia de las políticas activas de empleo como elemento fundamental en la formación y el reciclaje del desempleo.

"El futuro de una generación entera depende de que esto suceda", se deja claro en este informe, realizado desde Universia-Trabajando y McKinsey & Company, donde se reconoce que el problema, enmarcado en una crisis macro y microeconómica, es "complejo", teniendo en cuenta que la tasa de paro juvenil alcanzó en marzo de 2013 el 55,7 por ciento.

Más de la mitad del empleo juvenil se concentra en Comercio (22,7 por ciento), Hostelería (15,9 por ciento), Manufactura (nueve por ciento) y Construcción (7,5 por ciento), que son, precisamente, los sectores más afectados por la recesión económica. La solución "sólo puede lograrse con una mayor colaboración entre todas las partes involucradas, desde los estudiantes, las universidades y las empresas, a los órganos reguladores y el Gobierno".

El informe sobre el empleo juvenil en España, presentado este jueves en el marco de las actividades con motivo de la junta general de accionistas que Universia celebra en Málaga, se incide en que el elevado desempleo joven es "uno de los problemas sociales de mayor impacto en España".

"La solución a este problema es difícil y no existe una única alternativa", se apunta, subrayando, no obstante, que "reducir la elevada tasa de desempleo de España requerirá una voluntad decidida de actuación en la oferta y la demanda de empleo".

Respecto a la oferta, se caracteriza por el alto impacto de la recesión económica en los sectores de actividad con mayor participación en el empleo juvenil; la elevada fragmentación del tejido empresarial que limita la incorporación de jóvenes sin experiencia por el alto coste relativo que supone un recurso adicional en el periodo de baja productividad de formación inicial, y el limitado impacto de las políticas activas de creación de empleo en general y, en particular, en el segmento de población joven.

Se requiere, en consecuencia, incentivar de forma efectiva las políticas activas de empleo y sobre todo generar los entornos y el marco cultural que fomenten el espíritu emprendedor.

En cuanto a la demanda, es necesario incidir en la empleabilidad de los estudios realizados, asegurando una creciente coordinación de la oferta de plazas universitarias y de Formación Profesional, revisando la formación para hacerla más adaptada y práctica y creando una mayor transparencia sobre las salidas disponibles y competencias necesarias, involucrando para ello en mayor medida al tejido empresarial.

Y es que, como se precisa, la demanda de empleo joven en España se caracteriza principalmente por la polarización de la formación en educación superior y secundaria inferior, con escasa representación de la formación intermedia, lo que conduce a la ocupación de muchas plazas de empleo con candidatos con formación superior, que se encuentran sobrecualificados para los puestos que ocupan.

Hay un bajo nivel de coordinación entre la formación y la oferta de empleo, con formación en muchos casos aún poco práctica y poco polivalente —área en la que ya se está trabajando a través de los esfuerzos recientes del proceso Bolonia—, y un reducido espíritu emprendedor joven.

Competencias profesionales

Por otra parte, también se ha presentado este jueves un informe de competencias profesionales de universitarios y preuniversitarios de siete países iberoamericanos y de España, elaborado por Universia, en colaboración con la Fundación Telefónica y la Universidad Iberoamericana de México.

Según este estudio, "es apremiante que los sistemas educativos y productivos converjan en programas integrales para impulsar una educación de mayor calidad, que garantice un amplio dominio de competencias y el acceso de los jóvenes a un trabajo digno". "Todo ello favorecerá su mejor desempeño en la sociedad", se resalta.

Así, se alude a la advertencia de la Unesco acerca de que "muchos jóvenes no disponen de competencias básicas; en 123 países de bajos ingresos o ingresos medianos bajos, unos 200 millones de jóvenes que tienen entre 15 y 24 años ni siquiera han logrado terminar sus estudios primarios". "Es un problema que exige una atención urgente en aras de una mayor justicia social", se concluye en el informe.

Entre los principales resultados que aporta este análisis, se encuentra que más de la mitad de los estudiantes y profesores están satisfechos con la formación que otorga la Educación Secundaria, sobre todo en el caso de los alumnos.

Sin embargo, la mitad de los profesores de educación superior no está satisfecha con la formación de los estudiantes de Secundaria al llegar a la Universidad, concentrando Perú y España la mayor proporción de insatisfechos.

Según los estudiantes encuestados, las competencias con mayor grado de desarrollo son trabajo en equipo, toma de decisiones y trabajo autónomo y, en el lado opuesto, comunicación en un segundo idioma, planificar el tiempo y capacidad de abstracción, análisis y síntesis.

Las competencias más valoradas para la empleabilidad, según los alumnos, son la capacidad de planificar el tiempo, la aplicación de conocimientos y la toma de decisiones, mientras que las menos importantes son el compromiso con el medio ambiente, la capacidad de abstracción y la responsabilidad social y ciudadana.

Precisamente, para los estudiantes de España, la competencia menos importante para el empleo, desde esta perspectiva, es el compromiso con el medio ambiente. Para los de México, la comunicación en un segundo idioma resulta muy importante, mientras que los de Chile valoran especialmente la identificación y la resolución de problemas y la aplicación de conocimientos.

En el caso de los profesores, los elementos más relevantes para la empleabilidad son las habilidades interpersonales, el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y el trabajo en equipo, y las percibidas como menos importantes, el conocimiento sobre las áreas de estudio, el aprendizaje de una segunda lengua y el liderazgo.

Según el análisis desarrollado, todos los actores coinciden en que la Educación Secundaria debe formar en habilidades de tipo cognitivo como conocimientos teóricos y su aplicación y habilidades para la abstracción, la síntesis y el análisis de la información.

Sería necesario, asimismo, en opinión de los empleadores y de los actores de la Educación Secundaria, mejorar la formación relativa a comunicación oral y escrita y el aprendizaje de un segundo idioma y, para los profesores universitarios, fomentar también el trabajo en equipo.

Málaga se convierte durante estos días en anfitriona de la junta general de accionistas de Universia, la mayor red de universidades de habla hispana y portuguesa promovida por el Banco Santander, que estará presidida por Emilio Botín.

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