Destacan la "vulnerabilidad" de la víctima de Torredelcampo y elevan a definitivas las conclusiones

La Fiscalía y los letrados de la acusación en el juicio contra el acusado de asesinar a su exmujer en Torredelcampo en marzo de 2011 han destacado la "vulnerabilidad" de la víctima, que tenía una discapacidad intelectual de casi el 50 por ciento, elevando así a definitivas sus conclusiones provisionales. Por su parte, la defensa ha añadido dos nuevas atenuantes a la responsabilidad penal de su patrocinado aunque mantiene su petición de ocho años de prisión.
El acusado siendo conducido a la sala de vistas hoy
El acusado siendo conducido a la sala de vistas hoy
EUROPA PRESS
El acusado siendo conducido a la sala de vistas hoy

La Fiscalía y los letrados de la acusación en el juicio contra el acusado de asesinar a su exmujer en Torredelcampo en marzo de 2011 han destacado la "vulnerabilidad" de la víctima, que tenía una discapacidad intelectual de casi el 50 por ciento, elevando así a definitivas sus conclusiones provisionales. Por su parte, la defensa ha añadido dos nuevas atenuantes a la responsabilidad penal de su patrocinado aunque mantiene su petición de ocho años de prisión.

En el segundo y último día de juicio, que acoge la Audiencia con jurado popular, la fiscal, Gracia Rodríguez, ha mantenido su solicitud de 25 años de cárcel por el delito de asesinato, considerando tres agravantes en la actuación del acusado, la de parentesco, alevosía y ensañamiento. La fiscal ha aseverado que fue un "ataque sorpresivo en el que la víctima no pudo defenderse, estando en la cama, con la luz apagada y sin previo aviso" de lo que iba a suceder.

Asimismo, ha mantenido que momentos antes el procesado había mantenido relaciones sexuales con su mujer, como así lo demuestran las pruebas practicadas al cadáver. En todo momento, la fiscal ha hecho hincapié en la discapacidad psíquica que presentaba la mujer, que, por tanto, era "muy fácil de manipular", si bien "no denunciaba muchos de los malos tratos que sufría". Así, ha apuntado, si no hubiera querido estar con ella "era muy fácil no abrirle la puerta de la casa".

Además, el procesado, ha dicho, "sabía que pesaba sobre ella una orden de alejamiento y, sin embargo, nunca dijo que estaba quebrantando la medida". Es más, existe el registro de numerosas llamadas de teléfono de él hacia ella. El día de los hechos, ha continuado, "se había arreglado para él, se había pintado las uñas" y habían estado juntos en el bar yéndose posteriormente del mismo "de la mano", como indicó un testigo.

Según ha argumentado Rodríguez, el procesado "no estaba borracho y tampoco consumió drogas ese día", y es que, ha argumentado, "una persona borracha no termina las relaciones sexuales, aunque lo intente". Además, "ocultó las armas que había empleado para darle muerte", hallándose en un principio solo la banqueta con la que presuntamente la golpeó y el cable que tenía enrollado en el cuello. De hecho, "negó que hubiera utilizado el martillo y que le hubiera cortado el cuello" y "escondió el cuchillo jamonero" con el que al parecer la hirió.

En esta línea, ha acusado a F.J.M. de "no colaborar con la investigación", toda vez que relató cosas contradictorias durante la instrucción, "cada día decía una cosa", ha lamentado la fiscal. En cuanto a la forma de dar muerte, ha señalado que "los golpes tuvieron que ser de una intensidad bestial", pues estuvo "media hora recibiendo palos y no pidió auxilio porque no tuvo posibilidad alguna, no llegó ni siquiera a insultar".

Del mismo modo, ha recordado el testimonio de una de las vecinas, que aseguró en la vista que había escuchado al acusado decir "esta noche terminas en el cementerio con tu hija". Se trata de algo que esta vecina "no sabía", puesto que ignoraba que la fallecida, Purificación, tuviese una hija fallecida, la mayor de los tres hijos que tuvo. Así, ha indicado que F.J.M. "aumentó el dolor deliberadamente", provocando la muerte tanto por los golpes en la cabeza como por estrangulamiento, según declaraban los forenses.

Igualmente, ha defendido que no hubo arrebato en su actuación, puesto que "tuvo tiempo de preparar la ropa para ir, según expresó él mismo, a la cárcel y después cerró la puerta". Respecto al trastorno antisocial que los peritos han indicado que tiene el procesado, la fiscal ha comentado que "lo tiene cualquiera que está en prisión, incluso puede tenerlo cualquier persona presente en la vista". Si tiene problemas con las drogas, ha continuado, "es por su culpa", si bien "solo ha intentado recuperarse estando en prisión y no desde que ingresó en la misma".

"víctima de su época y del sistema"

Por su parte, la acusación particular, que representa a la madre de la víctima, Juana Vacas, ha valorado la "brillante exposición" de la fiscal para comenzar a resumir la biografía de la fallecida, de la que ha resaltado que "fue víctima de su época", por la limitación de medios con la que se contaba hace años para tratar a las personas disminuidas psíquicas. También "víctima del sistema", refiriéndose a que fue condenada por los juzgados con una orden de alejamiento respecto a su exmarido "no siendo merecedora" de ello porque, ha remarcado, "era una niña grande".

En alusión a esto, el letrado ha mencionado que "no se le consideró ninguna eximente por discapacidad cuando fue condenada", algo que, ha agregado, ocurrió para "impedir que su maltratador entrara en prisión". Se trató de "un fallo que cometió el sistema". Por ello, en nombre de su cliente, ha asegurado dirigiéndose al jurado que "está llamado a hacer justicia, Puri exige justicia", ha recalcado. El acusado "puso fin a ala vida de una niña de la forma más brutal y cruel".

En este sentido, ha comentado que "fue una crónica anunciada", toda vez que, como ha recordado, "en una sentencia de 2007 que condenaba a él por malos tratos se recogía en los hechos probados amenazas de muerte hacia la fallecida y hacia la hija de ésta". De hecho, constan "cuatro sentencias contra él como maltratador". De esta manera, ha pedido una condena de 25 años de cárcel para el acusado.

Por su parte, las abogadas del Estado y de la Junta de Andalucía se han adherido al escrito de acusación de la Fiscalía. Sin embargo, los letrados de la defensa han incorporado dos nuevas atenuantes a su escrito de conclusiones finales, si bien consideran el consumo de drogas y alcohol, el trastorno antisocial, el arrebato u obcecación y el arrepentimiento, pues fue a entregarse al Ayuntamiento ante la Policía Local tras el suceso.

"condenamos los hechos"

"Para los que se sienten indecisos en su veredicto, decirles que condenamos los hechos y que nuestro patrocinado lo hace cada vez que tiene oportunidad". En este sentido, uno de los abogados ha argumentado que "nos jugamos también una vida porque una vida en prisión es también una muerte en vida". Tras la prueba que se ha practicado durante estos dos días, considera que "no se han colmado sus expectativas", motivo por el que han sumado a su calificación las mencionadas atenuantes.

Además, ha indicado que la víctima "no hacía nada más que meterse en la boca del lobo", ya que "incumplía sistemáticamente la orden de alejamiento que tenía hacia él". "Buscaba de forma continuada y obsesiva a nuestro patrocinado". De igual forma, ha aprovechado para criticar que en el Juzgado de Violencia de Género "se le haya negado desde el primer momento el pan y la sal", refiriéndose a las diligencias que solicitaban para aportar en el juicio. Así las cosas, han solicitado ocho años de cárcel por lo que consideran un homicidio.

Por último, F.J.M. se ha dirigido a los miembros del jurado popular, seis mujeres y tres hombres, para pronunciar que "se arrepiente desde el primer día, cuando se entregó" y que si no dice nada más es porque "no recuerda cómo fueron los hechos", si bien, de lo contrario, "lo habría contado".

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