El hombre acusado de matar a un vecino tras discutir por el robo de un chándal ha asegurado este lunes que actuó en legítima defensa, ya que supuestamente la víctima le estaba pegando con un palo; y ha explicado que en su intento de parar los golpes, lanzó el cuchillo. "Lo único que hice fue defender mi vida", ha asegurado ante el jurado popular que lo juzga desde este lunes.

La Fiscalía de Málaga solicita inicialmente una pena de 14 años de prisión al acusarlo de un delito de homicidio por, supuestamente, acabar con la vida de un vecino, que vivía puerta con puerta, tras una pelea que se inició porque el procesado acusaba a los hijos de la víctima de haberle robado un chándal. Los hechos sucedieron en octubre de 2011.

Según las conclusiones provisionales del ministerio fiscal, a las que ha tenido acceso Europa Press, la discusión entre el acusado y la víctima, de 28 años, tuvo lugar en la puerta del edificio, en la barriada malagueña de La Palmilla. Tras la discusión, el hombre subió a su casa y cogió un cuchillo tipo machete y un bastón metálico, tras lo que salió de nuevo a la calle intentando agredir a la víctima.

No lo consiguió al interponerse entre los dos las mujeres de ambos, pero, posteriormente, el acusado, dice la Fiscalía, volvió a abordar al hombre en las escaleras del edificio donde vivían e "intentó clavarle el cuchillo y golpearle con el bastón", que el otro le arrebató para defenderse. La víctima huyó pero el acusado lo alcanzó y logró asestarle una puñalada, que le causó la muerte.

El procesado ha asegurado que "sólo quería parar los golpes" y que intentó huir pero "no me dejaba"; insistiendo en que "en ningún momento era mi intención matar a ese hombre ni nunca quise hacerle daño". Ha dicho que recuerda que se defendió, en ese acto, "lancé el cuchillo" que la víctima "se clavó". Su defensa ha señalado que según el parte médico el hombre tuvo seis heridas previas.

"Antes del resultado final, este hombre había sufrido una auténtica paliza", ha indicado el letrado defensor, quien ha añadido que, además, hubo una "provocación" y que la víctima había bebido, por lo que estaba "alterado". Tanto la fiscal como la acusación particular, en representación de la pareja sentimental del fallecido, sostienen lo contrario.

Para la representante del ministerio público, el procesado es "el único que buscó el enfrentamiento", tras una discusión "sin importancia" que "empezó el acusado", considerando que "la única persona que se defendió, aunque no le sirvió de nada, fue la víctima". El juicio seguirá esta semana con la declaración de testigos y policías.