El Cabildo de Tenerife colabora con el Ayuntamiento de Cádiz en la estabilización de un drago caído

Técnicos del área de Medio Ambiente del Cabildo de Tenerife han sido requeridos por el Ayuntamiento de Cádiz para colaborar en la estabilización de un ejemplar de drago que se había caído debido al peso de su estructura, pues al tratarse de una especie exótica no autóctona, el Consistorio no disponía de técnico experto y con experiencia.

Técnicos del área de Medio Ambiente del Cabildo de Tenerife han sido requeridos por el Ayuntamiento de Cádiz para colaborar en la estabilización de un ejemplar de drago que se había caído debido al peso de su estructura, pues al tratarse de una especie exótica no autóctona, el Consistorio no disponía de técnico experto y con experiencia.

Este drago, declarado en 2011 Bien de Interés Cultural en la categoría de sitio histórico, fue uno de los cien símbolos elegidos en la celebración del bicentenario de la primera Constitución Española, de ahí el pesar de la ciudadanía por la pérdida del ejemplar en su caída.

La consejera insular de Medio Ambiente, Ana Lupe Mora, ha explicado en una nota que la experiencia de los técnicos del Cabildo y operadores privados en esta especie autóctona sirvió para valorar la importancia y singularidad del ejemplar y lo que representaba para la simbología de los ciudadanos de Cádiz y sus instituciones.

El drago creció buscando la luz y una vez alcanzada la altura propicia cambió el eje de crecimiento inclinado a vertical. Por tanto, unas de las hipótesis que se barajan es que las ramas superaron el peso a la capacidad de resistencia de sus estructuras, lo que, acompañado de las abundantes lluvias de este año, provocaron y acrecentaron la retención de agua en la copa y provocó dos cosas: un aumento de peso y un aligeramiento del sustrato, propiciando su violenta caída.

Por ello, se valoraron dos posibles soluciones técnicas: bien dejarlo en el mismo sitio, enderezándolo y entablillándolo, o trasplantarlo a otro lugar, donde pudiera crecer en condiciones óptimas. Esta última alternativa pareció ser la más idónea pero se observó que el drago se había partido y no existía continuidad entre la copa y las yemas terminales, por lo que el árbol no pudo recuperarse y tan sólo pudieron aprovecharse las ramas terminales.

Desde el área de Cultura de Cádiz se ha solicitado indicaciones para el tratamiento de esas ramas terminales con yemas para poder en su momento ser plantadas como replicas del "drago original" en zonas ajardinadas de la ciudad.

Desde la Unidad de Biodiversidad del Cabildo se aconseja que estos ejemplares no se coloquen en lugares públicos que no se encuentren debidamente alejados de la proyección de la caída de sus ramas, debiéndose valorar siempre la seguridad del ciudadano por encima de cualquier otro tipo de consideración botánica, estética, cultural, histórica, máxime cuando estos ejemplares pueden trasplantarse a otro lugar.

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