En la antigua Casa de Socorro, sede ahora de la Concejalía de Asuntos Sociales, en la avenida Constitución, se han eliminado las barreras arquitectónicas que impedían el acceso de los minusválidos, allanando las aceras. Pero el remate final de los baldosines, que además tampoco coinciden, y que han dejado una ligera inclinación del pavimento, ha sido escenario de accidentes y tropiezos de ancianos, el último, la caída de una mujer, la semana pasada.