El secretario general del PSPV, Ximo Puig, ha defendido este domingo en Viver (Castellón) su oposición a la reforma local que plantea el Gobierno dado que "sin los ayuntamientos en los pueblos pequeños y sin los alcaldes y concejales que dan la cara cada día por mejorar su pueblos, habría una desertización en la Comunitat".

El socialista se ha pronunciado así en su visita a la localidad con motivo de las fiestas en honor a San Francisco de Paula, donde ha recalcado que "hay muchos pueblos que han resurgido gracias a que hay gente que ha dedicado su trabajo y su esfuerzo en los ayuntamientos", por lo que "intentar criminalizar a alcaldes y concejales no tiene sentido y, además, es negativo para el desarrollo del interior".

Ha lamentado que con el PP "han aumentado los desequilibrios entre el interior y la costa y han aumentado las desigualdades entre las personas en toda la comunidad", un camino que es, a su juicio, "equivocado".

Así, ha defendido la necesidad de "buscar un camino de mayor cohesión y apoyar a aquellos que están trabajando en los ayuntamientos y, en especial, a los ayuntamientos del interior". "Los pueblos no se tocan porque intentar hacer pagar el coste de la crisis a los municipios pequeños va en contra del interés general de los ciudadanos", ha insistido.

Para el dirigente socialista, el camino pasa por "mejorar en todos los ámbitos donde podamos crecer, apostar por la reindustrialización y apoyar nuestra industria alimentaria".

La "apatía" de fabra

Asimismo, Puig ha criticado que en un momento en que se necesitan políticas activas el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, "se refugia en la apatía absoluta, en la inacción" y se ha convertido "en el presidente de un Gobierno que actúa contra los pueblos y contra los ciudadanos y solo trata de desviar la atención de los problemas reales".