Dimite el primer ministro de Palestina, Salam Fayyad

  • El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, ha aceptado su renuncia.
  • Abás le ha pedido que siga como interino hasta que formar un nuevo Gobierno.

El primer ministro palestino, Salam Fayyad, ha dimitido este sábado de su cargo tras manifestar diferencias irreconciliables con la política del Gobierno de la Autoridad Palestina, y después de que el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, aceptara su renuncia tras un encuentro mantenido en Ramala (Cisjordania), según confirmaron fuentes oficiales.

Sin embargo, Abás ha pedido a su primer ministro dimisionario que permanezca de manera interina en el cargo hasta la formación de un nuevo Gobierno, según informó la agencia oficial de noticias palestina Wafa.

Algunos nombres que en el pasado fueron barajados como posibles sustitutos de Fayyad son el economista Mohamed Mustafá, director del fondo palestino de inversiones; el empresario Mazen Sonokrot, ex ministro de Economía; y Rami Hamdala, presidente de la Universidad A—Najah de Nablus.

El primer ministro saliente, al término de la reunión con Abás, manifestó su profundo agradecimiento por la confianza depositada por el presidente palestino y el apoyo ilimitado de su labor en el Gobierno durante los últimos años.

El presidente, a su vez, agradeció a Fayyad la labor desempeñada como primer ministro, en nombre de todos los ministros del Ejecutivo, y reiteró los logros excepcionales alcanzados al servicio del proyecto nacional, y a la hora de construir las instituciones de un Estado palestino independiente en los momentos más difíciles.

El primer ministro de la ANP, cuyo ejecutivo gobierna en Cisjordania (pues la franja de Gaza se encuentra bajo control del movimiento islamista Hamás), ya había manifestado a finales del año pasado su deseo de dimitir.

Fayyad fue designado por Abás como jefe del Ejecutivo palestino en 2007, después de que el movimiento islamista —vencedor de los comicios un año antes— se alzara en armas contra la ANP y se hiciera con el control exclusivo de Gaza.

Desde entonces ha remodelado su Ejecutivo para intentar acallar las protestas sociales surgidas a raíz de la Primavera Árabe hace dos años, y tras el acuerdo de reconciliación rubricado por Al Fatah y Hamás en 2011 en El Cairo, a fin de allanar el camino a un Gobierno de unidad nacional.

Rumores de dimisión

En los últimos meses, dirigentes del partido Al Fatah, presidido por Abás, responsabilizaban a Fayyad de la crítica situación económica y la semana pasada el Consejo Revolucionario del partido oficialista criticó sus políticas económicas, lo que indignó al político independiente.

Otro de las factores a los que se atribuye la crisis de confianza entre ambos es la polémica alrededor de la dimisión en marzo del ministro de Finanzas, Nabil Kasis, que Fayyad aceptó y el presidente rechazó.

Los rumores de una inminente dimisión corrían desde entonces por las calles de la capital cisjordana, pero ésta se vio retrasada por la visita del presidente de EE UU, Barack Obama, entre los días 20 y 22 de marzo.

Su secretario de Estado, John Kerry, trató hasta este viernes de tender puentes y en una llamada telefónica a Abás de la que dio cuenta la agencia Wafa le pidió que tratara de resolver el problema.

Como primer ministro, ha estado a cargo en los últimos años de la construcción de instituciones destinadas a la creación de un Estado palestino, que no acaba de llegar por la parálisis del proceso negociador con Israel desde 2010.

Su política hacia el Estado judío ha sido la de cooperar con él en el ámbito económico para fortalecer la economía palestina y mejorar la calidad de vida de la población de Cisjordania y Gaza, y, a la vez, expresar su apoyo a las acciones de resistencia no violenta y exhortar al boicot de los asentamientos judíos.

Exfuncionario del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, Fayyad cuenta con el beneplácito de la comunidad internacional y muy especialmente de EE UU por sus esfuerzos encaminados a la construcción de instituciones destinadas a la creación de un estado palestino.

Por contra, despierta el recelo de buena parte de la población palestina, que lo considera demasiado identificado con Washington e Israel.

Fayyad fue ingresado la semana pasada en un hospital de Ramala aquejado de una afección estomacal de la que fue dado de alta poco después tras permanecer hospitalizado una noche.

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