Un policía acusado de extorsionar a traficantes lo niega y destacan elevadas detenciones que efectuó

Defensa resalta que "la única prueba en su contra" es la declaración de una testigo protegido y remarca su labor al "limpiar la calle de droga"

Un agente de la Policía Nacional acusado de extorsionar a traficantes de droga de Linares (Jaén) para obtener beneficios económicos ha negado los hechos, al tiempo que otros policías han destacado el elevado número de detenciones que llevó a cabo en la ciudad, motivo por el que aseguran que pudo ganarse enemistades de los linarenses que denunciaron la presunta extorsión.

En la vista, celebrada en el Juzgado de lo Penal número 1 de Jaén, el imputado ha señalado que trabajó en Linares durante aproximadamente tres años desde 2007, periodo en el que realizó "unas 200 detenciones y más de 100 incautaciones". Así, preguntado por una mujer en cuyo coche practicó un registro junto a otro compañero, ha indicado que "hallaron en un bolso billetes, casi todos ellos pequeños", aunque no sustancias estupefacientes. Respecto al dinero, "no les dio explicación de su procedencia".

Asimismo, ha relatado que al tiempo "sospechó que ocurría algo en la Comisaría de Linares con esa mujer", por lo que contactó con Asuntos Internos. El agente ha asegurado que en Linares recibió "amenazas de muerte por parte del clan de los Mallarines y por otra muchísima gente". Sin embargo, ello no impidió que continuase realizando su trabajo, a pesar de que desde la Comisaría le advirtieron "que se atuviera a las consecuencias" si seguía trabajando a pie de calle en asuntos relacionados con el tráfico de drogas.

Por su parte, uno de los testigos ha manifestado en la vista, en la que ha comparecido una testigo protegido, que "informaron a la Policía de que el agente estaba haciendo cosas ilegales". Según ha precisado, decían "que estaba recibiendo dinero de traficantes a cambio de ofrecerles protección y dejarlos tranquilos". No obstante, ha afirmado que "no hay indicio" de delito en las escuchas telefónicas realizadas con el consentimiento del Juzgado de Linares encargado de la instrucción de la causa.

En cuanto a la testigo protegido, ha comentado que dijo haber sufrido "acoso" habiéndole pedido el agente "dinero que más tarde le entregó". A pesar de ello, ha incidido en que "no hubo ninguna otra persona y ninguna conversación telefónica en la que se hiciera referencia a que hubiera extorsionado a alguien para que le diera dinero". De hecho, "nadie corroboró la versión de los testigos protegidos", ha apostillado.

Por su parte, un compañero de patrulla del imputado ha expresado que en la citada ciudad "no había compañerismo", sino un "exceso de rabia" hacia el acusado. Así, ha mencionado que "las estadísticas hablar por sí mismas", si bien ellos realizaban "la mayoría de las detenciones". "Linares estaba impune y deteníamos a todos los que podíamos".

Actitud "chulesca"

Al hilo, ha remarcado que su compañero tenía una "actitud un poco chulesca", por lo que "no hacía amigos en la Comisaría". De él ha dicho que es "con quien más ha aprendido", si bien "nunca ha visto nada extraño, pues se habría dado cuenta". "No tenía amistades porque había detenido a medio Linares", a lo que ha agregado que "nunca ha visto el más mínimo atisbo de extorsión" por su parte.

De su lado, otro agente de la Policía Nacional ha apuntado en su declaración que la mujer mencionada, a la que se le dio el alto en su vehículo, "dijo a terceras personas que la había parado el tocapelotas, que temía por su libertad y que iba a hacer lo necesario para que quitaran al funcionario de en medio". Además, ha recordado que "se escuchó que no la dejaban ganarse la vida", en alusión al tráfico de droga.

Así las cosas, la fiscal ha pedido una sentencia condenatoria para el acusado considerándolo responsable de un delito de extorsión, así como el abogado de la defensa, Antonio Aguilar, ha pedido su libre absolución basándose en que es un "policía honrado y extremadamente celoso en el cumplimiento de su deber", haciendo hincapié en las numerosas menciones honoríficas que ostenta y en que "limpió la calle de droga".

Para el letrado, se produjo la "confluencia de intereses para quitarlo de en medio", toda vez que "la única prueba en su contra es la declaración de la testigo protegido". Es más, ha afirmado, "la presunta víctima miente, siendo una persona conocida en el ambiente delictivo por dedicarse al tráfico de droga". Además, "presentó su denuncia, pasados dos años del supuesto acoso, contra un policía de conducta intachable".

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