Al llegar a Urgencias en el Hospital de Sant Joan, los médicos «se asustaron» tras ver su estado y, según consta en la denuncia presentada por la madre en el juzgado, la ataron a la cama, dejaron que el alquitrán se secara y no se lo retiraron en toda la noche, lo que causó bastante sufrimiento y que le tuvieran que cortar el pelo «casi al uno».
Hasta el pasado día 24, Soledad no pudo hablar ni por teléfono con su hija, al parecer por la terapia empleada.
Ahora ha denunciado al Hospital de Sant Joan por negligencia médica y «tratos vejatorios», y para que «se atienda correctamente a los pacientes mentales». Sanidad no tenía ayer conocimiento del caso.
20 días pasó Soledad sin poder ver ni hablar con su hija, ingresada en Sant Joan.
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