«Tengo demonios dentro de mi cuerpo; oigo la voz del diablo»

El joven acusado de acabar con la vida del taxista Eduardo Robledo en diciembre de 2005 alega defensa propia y enajenación mental. «El me atacó primero, sólo me quedó defenderme».
Reiny Enmanuel P. (L. Tejido. / EFE)
Reiny Enmanuel P. (L. Tejido. / EFE)
Reiny Enmanuel P. (L. Tejido. / EFE)
El joven dominicano acusado de acabar con la vida del taxista Eduardo Robredo el 12 de diciembre de 2005 en el barrio de San Adrián de Bilbao confesó ayer ser el autor de la cuchillada mortal con la que degolló al conductor tras una discusión originada porque le faltaba  un euro para abonar la carrera.Pero Reiny Enmanuel P., de 21 años de edad, alegó legítima defensa, ya que aseguró que fue Robredo quien le atacó primero con un cuchillo. «Sólo me quedó defenderme, vi la muerte y no tuve otra opción», declaró.

En su escrito de calificaciones provisionales, presentado ayer en la primera sesión del juicio oral, la defensa pidió la absolución por considerar como eximentes tanto la legítima defensa como la enajenación mental transitoria y el consumo de sustancias tóxicas (cocaína) y antidepresivos. Para sostener su postura, el detenido se explicó: «Tengo demonios dentro de mi cuerpo; oigo la voz del diablo desde los 16 años», dijo.

Los hechos ocurrieron en torno a la medianoche, cuando Reiny Enmanuel se trasladó en taxi hasta la calle Goikotorre. Según su propia declaración, al faltarle un euro para pagar, el taxista sacó el cuchillo de 17,8 cm con el que hirió al joven en el ojo y el pómulo, y le amenazó e insultó.

Tras un forcejeo, el acusado le arrebató el cuchillo que había sacado el taxista. «No quería matarle, la cuchillada iba al hombro», dijo. La Fiscalía pide 12 años de cárcel por homicidio, mientras que la acusación particular, que representa a la viuda, solicita la pena de 17 años por asesinato «por la espalda, de forma sopresiva» y en el que hubo «alevosía».

Un relato tranquilo, sereno y relajado

Reiny Enmanuel P. no mostró ayer gestos de nerviosismo ni dudas sobre lo que pasó el día de autos. Vestido de negro, con el pelo rapado por los costados, ofreció, a las preguntas de las acusaciones y la defensa, un relato tranquilo y sosegado. Nada que ver con la del día de los hechos. Ese día, protegido por la Ertzaintza, mantuvo una actitud desafiante contra los taxistas que habían intentado agredirle. La víctima consiguió avisar de la agresión por la emisora en sus últimos instantes.

17  años de prisión pide la acusación particular para Reiny Enmanuel. La Fiscalía solicita 12 años.

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