La Guardia Civil ha imputado a cinco personas por su presunta implicación en la retirada de forma ilegal de un medicamento cuyo principio activo está considerado como un psicotrópico que estimula el sistema nervioso central. Entre los imputados se encuentran personas que falsificaron recetas sanitarias de carácter privado, para la obtención del medicamento, y un farmacéutico adicto a este tipo de fármaco.

Según ha informado el Instituto Armado en un comunicado, la operación se inició cuando los agentes de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de Cádiz tuvieron conocimiento, a través de la Inspección de Farmacia de la Delegación Territorial de Salud y Bienestar Social de la Junta de Andalucía en Cádiz, de unas supuestas irregularidades en la retirada continua de un determinado medicamento, usando recetas sanitarias de carácter privado, concretamente 228.

La supuesta irregularidad consistía en un aumento desmesurado en la prescripción de un fármaco para el tratamiento de trastornos del comportamiento en niños y adolescentes, detectado por los inspectores de Farmacia, los cuales solicitaron a la Comandancia de Cádiz la investigación de los hechos detectados. Los inspectores de la Administración autonómica realizan periódicamente una serie de revisiones gracias a las cuales se puede detectar este tipo de fraudes, que se ponen en conocimiento de la Guardia Civil.

Las investigaciones de los agentes permitieron determinar que no se trataría de una trama organizada, sino de una coincidencia en la retirada ilícita del medicamento, siguiendo dos líneas de investigación claramente diferenciadas, pero coincidentes en el tiempo y en el medicamento retirado.

Por un lado, estaría lo detectado por la Inspección de Farmacia de la Delegación. Así, observan que una mujer habría usado 228 recetas que supuestamente le expedía un facultativo, tras asistir de manera privada a su consulta. La investigación determinó que las mismas eran "burdas falsificaciones" que carecían de sello del facultativo, firma o demás elementos que distinguen una receta autentica, siendo numerosas las farmacias que se habrían negado a facilitarle los medicamentos requeridos, todo ello en virtud de cuanto dispone el Real Decreto 1718/2010 sobre recetas médicas y órdenes de dispensación.

Sin embargo en el caso de una farmacia en concreto, se ha determinado que se retiraron el grueso de los envases, sin aportar nombre, DNI ni demás medidas de seguridad que el R.D. establece como necesarias para la dispensa de medicamentos del grupo de los psicotrópicos, además de no cumplir con los requisitos de almacenar durante el periodo establecido las recetas, motivo por el cual sus responsables han sido imputados.

Por otro lado, estaría el propietario de una farmacia que habría retirado de manera irregular alrededor de 1.000 envases de este medicamento, "siendo poco creíble la explicación del autoconsumo", ya que según el informe solicitado por los agentes al Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, el sujeto en cuestión debería haber consumido una cantidad 125 veces superior a la dosis máxima recomendada por el laboratorio.