Piden a los diputados conservadores británicos no tuitear contra David Cameron

  • Uno de sus estrategas ha pedido que dejen de criticar al lider conservador.
  • Dijeron que la cúpula del partido era "estirada" y "llena de hombres blancos".
  • Cameron, débil ante los euroescépticos, ve cómo 'suenan' nombres de sustitutos.
El primer ministro británico David Cameron, saliendo de su residencia oficial en Downing Street, Londres.
El primer ministro británico David Cameron, saliendo de su residencia oficial en Downing Street, Londres.
Andy Rain / EFE
El primer ministro británico David Cameron, saliendo de su residencia oficial en Downing Street, Londres.

Diputados conservadores británicos se mostraron en desacuerdo con uno de los estrategas de campaña del partido, Lynton Crosby, que les ha pedido que dejen de criticar a través de Twitter a su líder, el primer ministro David Cameron.

Los parlamentarios tories recibieron anoche la orden de cuidar sus mensajes en la red social, donde Cameron ha sido censurado en repetidas ocasiones en las últimas semanas por miembros de su propio partido, informan diversos medios británicos.

Crosby, que lideró el año pasado la campaña para la reelección del alcalde de Londres, Boris Johnson, y está pensando ya en las elecciones parlamentarias de 2015, conminó a los conservadores a mantenerse como "participantes" en los debates en Westminster, no como "comentaristas".

Como respuesta, la diputada Sarah Wollaston sostuvo hoy en Twitter que no puede "participar" si carece de "la libertad de comentar", incluso "si en ocasiones eso resulta inconveniente para el Ejecutivo".

Wollaston, de 51 años y diputada por Totnes, una localidad de 10.000 habitantes al suroeste de Inglaterra, lanzó hace unos días un mensaje hiriente hacia la cúpula de su partido, a la que considera "demasiado estirada" y con un exceso de "hombres blancos".

Otros diputados conservadores han cargado las tintas en la red contra Cameron, como Michael Fabricant, que acusó al "premier" británico de lanzar "mensajes ambiguos" en el debate sobre la inmigración, o Peter Bone, que consideró que el líder "tory" cometió un "error" al comprometerse a dedicar el 0,7 por ciento del gasto estatal a ayuda humanitaria.

Cameron afronta desde hace meses dudas sobre su liderazgo en el seno de su partido y la derrota en una elección parcial en Eastleigh (sur de Inglaterra) el pasado 1 de marzo complicó aún más la situación para el inquilino del 10 de Downing Street.

En aquella votación, los liberaldemócratas de Nick Clegg se proclamaron ganadores del escaño que estaba en juego, mientras que el Partido de la Independencia, una formación de extrema derecha, relegó a los "tories" a la tercera posición.

El pasado enero, Cameron cedió a la corriente euroescéptica de su partido al prometer una referéndum sobre la pertenencia del Reino Unido a la Unión Europea (UE) si sale reelegido como primer ministro en 2015.

Aún así, en las últimas semanas han arreciado los rumores en los medios británicos sobre movimientos internos en el partido conservador para posicionarse como posibles sustitutos a Cameron.

Entre los nombres que barajan los medios se encuentran los de la ministra de Interior, Theresa May, y el titular de Defensa, Philip Hammond.

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