Esto permitirá a los técnicos tener una información mucho más detallada del estado del saneamiento y del comportamiento de la red fluvial. En especial, de la depuradora del Lagares y, de esta manera, conocer en ‘tiempo real’ cuándo se produce un vertido.

Según los expertos, este sistema no es infalible. El primer inconveniente es que no se podrán evitar los vertidos, sino que permitirá atajar los problemas con más rapidez.

Tampoco permite responder ante una posible alarma con inmediatez. La depuradora del Lagares no separa el agua de lluvia de la residual procedente de la ciudad y de las industrias. Cada vez que llueve, la EDAR se desborda y vierte al río. Los puntos de control instalados permitirán saber con exactitud dónde se ha producido el vertido, pero en el caso del Lagares el tiempo que tarde en desplazarse el Seprona o el técnico de turno será suficiente para que el vertido ya haya llegado hasta la ría.

El tipo de vertido

Determinar a priori qué tipo de vertido se ha producido también será complicado. El sistema consta de unos sensores colocados en el Lagares que proporcionan información sobre el índice de oxígeno, pH, turbidez o conductividad del agua. Dependiendo de esos índices y mediante unos patrones, los técnicos pueden hacer un pronóstico, más o menos fiable, sobre el tipo de vertido. Si se hubieran instalado otro tipo de detectores, como por ejemplo hidrocarburos, no habría dudas y la actuación se podría preparar en cuestión de minutos.

Compromiso de la Xunta con el Lagares

Pretratamiento. Éste es el paso que permite separar las partículas más pequeñas del agua, así como desengrasarla y desarenarla. Se invertirá en su reparación cerca de 1,4 millones de euros.

Desodorización. Los fuertes olores que emite la EDAR son uno de los principales problemas. Para evitarlos, se invertirán 2,7 millones de euros.

‘Bypass’. Éste es el sistema que permite aislar un tipo de aguas de otras y su instalación le costará a la Xunta cerca de 350.000 euros.

Tratamiento biológico. Mediante este sistema se elimina la carga contaminante del agua. La Consellería invertirá 1,1 millones de euros.