El portavoz adjunto del grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Zaragoza, Pedro Navarro, ha anunciado que solicitarán una auditoría que analice las cuantías invertidas en los equipamientos municipales en desuso, lo que queda por invertir, así como cuál es el coste de mantenimiento previsto de los mismos.

Navarro ha criticado el "estado de abandono" en que se encuentran varios equipamientos municipales, así como la falta de uso de muchos otros que, "habiendo costado muchos millones de euros, no se conoce cuándo se van a abrir o a qué se van a destinar".

En este sentido, Navarro ha anunciado la petición de una comisión extraordinaria de Urbanismo, Vivienda e Infraestructuras para que el Gobierno de Zaragoza explique cómo se va a afrontar este problema.

El concejal popular, ha recordado que se han gastado más de 50 millones de euros en edificios como la Harinera de San José, el Palacio de Fuenclara, el Edificio de Pontoneros, la Imprenta Blasco el Centro de Arte y Tecnología (CAT) o el Edificio Europa.

VANDALISMO

En referencia a los edificios históricos que requieren una rehabilitación, ha lamentado que, "después de gastarse más de dos millones de euros en la Harinera, todas sus plantas estén vandalizadas, con daños cuya reparación costará muchos miles de euros" para apuntar que sólo para poner operativa la primera planta, los técnicos estiman que son necesarios 1 millón de euros.

Lo mismo sucede con la Imprenta Blasco, adquirida en 2002, pero cerrada y sin uso. Allí se encuentra almacenado material con mucho valor histórico, como imprentas con más de 100 años, en unas condiciones "inapropiadas e inaceptables".

Tras esta exposición, ha exigido al equipo de gobierno y a sus socios del tripartido, en referencia a CHA e IU, que aclaren cuáles son sus prioridades, ya que "no se puede destinar dinero a solares, cuando se están cayendo edificios históricos".

A juicio de Navarro "es difícil de explicar que se presupuesten 350.000 euros para carriles bici, cuando la operación asfalto tiene mucho menos".

Pedro Navarro ha señalado que el problema de los últimos años ha sido una "nefasta" planificación de los equipamientos públicos. En este sentido, ha indicado que "ahora no pueden poner como excusa la crisis cuando, en plena crisis, mientras se caía el edificio de Pontoneros, se gastaron 22 millones de euros en construir el CAT, que ahora está cerrado y no saben cómo lo van a abrir".