Más de un centenar de delegados de la CIG han ocupado este jueves la sede de la Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP), ubicadas en la calle García Barbón de Vigo, para reclamar que se reactive la negociación colectiva.

La central nacionalista ha acusado a la patronal de "poner atrancos" para la renovación de los acuerdos, lo que, según augura, "provocará que casi 400.000 trabajadores gallegos pierdan derechos laborales y poder adquisitivo".

El sindicato explica que unos 150 delegados ocuparon las instalaciones de los empresarios mientras que otros 50 se concentraron fuera. Este encierro duró aproximadamente una hora y concluyó "sin que se registrara ningún tipo de incidente".

Además, los manifestantes entregaron una carta dirigida al presidente de la CEP, José Manuel Fernández Alvariño, en la que instan a los empresarios a "reconsiderar" su actitud y a "activar la negociación de los convenios" donde la ultraactividad está a punto de concluir, advirtiendo de que "si insisten en el bloqueo de la negociación colectiva" contarán con la "activa y frontal oposición" de la CIG. El acto de protesta se enmarca en las acciones con motivo del 10 de marzo, Día da Clase Traballadora Galega.

Por su parte, la CEP manifestó su "total rechazo" a la ocupación de sus instalaciones, juzgando que esta forma de proceder "no se ajusta en lo más mínima las conductas que rigen el diálogo social y el proceso de negociación colectiva".

La patronal pontevedresa explica que se comunicó lo ocurrido a la Subdelegación del Gobierno y avanza que exigirá que se tomen "las medidas oportunas para evitar otra situación" similar.

"Abogamos por restablecer y reforzar la normalidad que debe presidir las relaciones entre empresarios y trabajadores en cualquier sector de la economía y por que no se utilicen las relaciones laborales con un claro interés político", concluye la organización empresarial.