Un total de 233.000 dólares (179.000 euros). Esa es la cantidad que podría tener que pagar un fan de Beyoncé por compartir en la Red el último disco de la artista (4) antes de que este hubiera visto la luz. Al menos, esa es la suma que el sello de la cantante, Sony, ha calculado que han supuesto "daños" causado por la filtración de los temas antes de lo previsto, según publica NME.

El acusado es un hombre de Suecia, país que siempre se ha asociado con un alto volumen de actividad de intercambio de archivos digitales, además de ser la cuna de The Pirate Bay.

La denuncia, que Sony interpuso en 2011,  señala que el seguidor de la cantante, un hombre de 47 años, compartió las canciones contenidas en 4 semanas antes del 24 de junio de ese año, fecha oficial del lanzamiento.

La documentación también desvela que el sospechoso trabaja en la industria musical.

El caso continúa después de que la discográfica haya calculado las pérdidas que ha originado lo ocurrido y que, según esta, ha afectado a su estrategia de marketing, a las ventas del disco, a su reputación e, incluso, a su relación con Beyoncé.

Sin embargo, la polémica está servida y algunas voces, como la de la de la profesora de Derecho Civil de la Universidad de Estocolmo Marianne Levin, aseguran que es casi mposible calcular con exactitud los daños ocsionados.

"Creo que la valoración de los daños no se ha hecho de la forma adecuada", ha opinado Levin desde una emisora sueca, antes de señalar que es difícil y, casi, imposible averiguar la cifra exácta de álbumes que no se han vendido por culpa de la filtración en Internet.

También la encuesta realizada por una página sueca muestra que el 80% de los lectores está enfadado ante la exigencia de Sony, mientras el 11% se muestra satisfecho, el 5%, indiferentes, y el 2%, curioso.

Por su parte, el fiscal Henrick Rasmusson parece muy seguro de que la condena al responsable de la filtración será muy alta, tal vez con una intención ejemplarizante.