El huracán Sandy que azotó la región de Nueva York el pasado octubre parece haber tenido otras consecuencias menos catastróficas: un aumento considerable de los nacimientos que se esperan para el próximo verano, tal y como recoge el diario New York Post.

Un centro ginecológico del condado de Westchester, una zona residencial de las afueras de Nueva York que resultó gravemente afectada por Sandy ha detectado un incremento de su actividad de un 30% respecto al mismo periodo en años anteriores. "Nos preguntamos qué estaba pasando. Y lo entendimos cuando miramos los partos previstos para finales de julio y principios de agosto que es cuando nacerán los niños concebidos durante el huracán Sandy'", explicó la enfermera Linda Roberts.

No es un caso aislado, puesto que expertos como Jacques Moritz, director de Ginecología en el hospital San Luke Roosevelt, aseguran que durante tormentas, nevadas y apagones las personas están "más unidas" y "cercanas", lo que produce un aumento de las concepciones.

Ese fue el caso de los apagones acaecidos en la ciudad en 2003 y 2007, sobre todo en este último, que dejo a gran parte de Nueva York 25 horas sin electricidad y causó graves saqueos, desordenes y, nueves meses después, un aumento de los nacimientos. Y lo mismo ocurrió tras el atentado de las Torres Gemelas, que si bien no es una catástrofe natural, provocó un aumento de la natalidad.

A pesar de la devastación material producida por Sandy el pasado 29 de octubre, algunas mujeres no ocultan su alegría ante el nacimiento de un niño. Es el caso de Jannifer Adamo, que será madre por primera vez este verano: "La casa en Staten Island de los padres de mi novio se destrozó. El bebé les ha hecho sonreír otra vez. Estamos muy felices".