La comisaria de Pesca, Maria Damanaki, ha dicho este martes que está "abierta a cierta flexibilidad" para ayudar a la flota europea a adaptarse a la prohibición de descartes que defiende, pero ha dejado claro que no está dispuesta a aceptar "excepciones generalizadas" que limiten el veto.

Los ministros de Pesca de la UE tratan de cerrar en Bruselas una posición común sobre el fin de los descartes, de cara a la profunda reforma de la Política Pesquera Común (PPC) que deben negociar con la Eurocámara, y en un primer debate público con Damanaki, la comisaria ha sido tajante al decirles que las excepciones generalizadas "no son una opción".

La comisaria era partidaria inicialmente de una prohibición inmediata de esta práctica, que permite a los pescadores arrojar al mar, ya muerta, la pesca accesoria que no le interesa por su escaso interés comercial; aunque tras debates con los países aceptó relajar el calendario.

Damanaki ha dicho en esta ocasión que está dispuesta a "agotar todos nuestros márgenes" para financiar medidas que permitan a la flota europea cumplir con la obligación de desembarcar en puerto todo lo capturado, por ejemplo subvencionando proyectos pilotos como uno pionero lanzado en el Canal de La Mancha.

Pero ha recalcado que las "exenciones generalizadas" y el "traspaso de cuotas" son dos líneas rojas en la negociación que no puede aceptar porque "minarían el principio" de la propuesta contra los descartes.

FLEXIBILIZAR

La responsable de Pesca en el Ejecutivo comunitario se ha mostrado dispuesta a discutir sobre "flexibilizar" cuestiones como los plazos de aplicación para cada pesquería y otras medidas como "compensaciones".

España, Francia y otros países con importantes flotas han apostado por relajar la prohibición y permitir un 10 % de descartes, así como por excluir del veto a especies determinadas como el ochavo o la bacaladilla y autorizar el trasvase de cuota de una especie a otra.