No es un hotel de cinco estrellas ni tiene sauna, pero la Casa América es uno de los lugares más emblemáticos del centro de Madrid y ha sido elegida por los socialistas para ensayar su nueva forma de hacer política. Y, para sorpresa de muchos, dejar caer que quizás se cambien de nombre.

Ni el PSOE tiene muchos fondos en sus arcas ni está el país para muchas ostentaciones. Pero es que, además, estaba presente una "fiscalizadora" de excepción, Beatriz Talegón, famosa estos días por abroncar a los dirigentes de la Internacional Socialista que, en ese caso sí, decidieron reunirse en un hotel de lujo de Cascais (Portugal).

Con la que está cayendo en España, con los políticos en el punto de mira de la ciudadanía por los casos de corrupción y el supuesto mal uso del dinero público, los socialistas han querido curarse en salud y escoger un lugar público como Casa América para su primera conferencia temática de este año, dentro del proceso de revisión profunda que culminarán en otoño.

Tan profunda será la revisión que incluso puede que cambien de nombre.

El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) fue fundado en Madrid, el 2 de mayo de 1879, durante una comida llamada de 'Fraternidad internacional', celebrada en una fonda de la calle de Tetuán, cuyo artífice fue el tipógrafo Pablo Iglesias.

Ahora, casi 134 años después, el secretario general de los socialistas, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha anunciado que quizás le den una vuelta a lo del nombre y le sumen algunas palabras más, a fin de acercarse más a Europa, que es donde, a fin de cuentas, se abordan gran parte de los temas que nos conciernen a todos.

"Deberíamos empezar a pensar en llamarnos Partido de los Socialistas Europeos-PSOE". Si bien este cambio no sería inmediato, ya que tendría que ser aprobado por un congreso federal del partido, y no hay ninguno en cartera hasta 2016.

Otro ejemplo de la austeridad con la que los socialistas han querido revestirse este sábado ha sido la comida facilitada a los participantes en la jornada: bocadillo, sandwiches, manzana y una botella de agua.

Pese al ascetismo de la celebración, la jornada ha satisfecho y mucho a los participantes, cerca de 400 personas en carne y hueso y otras miles más a través de las redes sociales.

Y es que, tal y como ha dicho el secretario de Organización, Óscar López, hoy en día ya no vale con encerrar a cinco o seis expertos en un despacho para pensar ideas y redactar un documento o un programa.

La sociedad está mejor preparada y con más ganas y más posibilidades de participación. Y el PSOE no quiere que nadie con una idea se quede sin poder transmitirla.

Por eso, ha dicho López, este tipo de jornadas se han concebido sin ponencias, enmiendas, plazos ni delegados, en una discusión abierta a todos los progresistas para hacer un proyecto de reforma en profundidad que afecte a la propia Constitución, al modelo territorial, al sistema electoral y a los partidos. Empezando por el PSOE.

Como encargado de la organización interna, López ha empeñado su palabra en que habrá primarias abiertas para elegir al candidato a la Moncloa. Y ha ironizado diciendo que quizás habría que hacer una ley para que todos los partidos las hiciesen.

La próxima cita, el 9 de marzo en la Comunidad Valenciana, donde, con el mismo formato, el PSOE hablará de políticas de crecimiento y empleo.