Condenan a 15 años de prisión al acusado de matar a golpes a su compañero de caseta en Ayamonte

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Huelva ha condenado a 15 años de cárcel por un delito de asesinato, con la circunstancia atenuante de confesar el hecho a la autoridad, a J.M.M.A., acusado de matar a A.E.C., tras golpearlo con una pala en una caseta situada en la localidad de Ayamonte (Huelva), donde ambos convivían, después de mantener una discusión doméstica por motivos desconocidos en marzo de 2011.

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Huelva ha condenado a 15 años de cárcel por un delito de asesinato, con la circunstancia atenuante de confesar el hecho a la autoridad, a J.M.M.A., acusado de matar a A.E.C., tras golpearlo con una pala en una caseta situada en la localidad de Ayamonte (Huelva), donde ambos convivían, después de mantener una discusión doméstica por motivos desconocidos en marzo de 2011.

Todo ello después de que un jurado popular lo considerara culpable el pasado martes, tras finalizar el juicio, por un delito de asesinato con alevosía, con la atenuante de confesión de los hechos. Según reza en la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, el juez establece para el condenado la accesoria de inhabilitación absoluta para el tiempo de la condena, así como el pago de las costas del juicio y una indemnización a la madre de la víctima de 74.305 euros.

La sentencia considera probado que el día 31 de marzo de 2011 sobre las 22,45 horas en una caseta situada detrás de un restaurante de Ayamonte, el condenado tenía una alteración importante de su conciencia y motricidad por presentar una dosis de alcohol de 3,75 gramos por litro de sangre, cuando le golpeó sorpresivamente en la cabeza al fallecido cuando estaba sentado en la cama, haciendo que cayera hacia atrás inconsciente sin posibilidad de defensa, y una vez tumbado le asestó múltiples golpes en la cabeza con el plano de la pala y su filo, ocasionándole severos traumatismos en la cara y cabeza que provocaron su fallecimiento.

El juez considera probado también que inmediatamente después, el condenado se dirigió al cuartel de la Guardia Civil donde llegó gritando a los guardias de puerta que lo había matado. Así, se trasladaron los guardias a la caseta e igualmente el agresor quien, al comunicarle los agentes que estaba muerto, les dijo que le detuvieran.

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