El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha asegurado que su Ejecutivo seguirá poniendo en práctica medidas contra la crisis "en los próximos meses" y que en la segunda mitad de 2013 y durante 2014 la economía española verá signos de crecimiento.

"El afán reformista de este Gobierno ni se distrae ni se agota", ha dicho en un acto organizado por el semanario británico The Economist, al tiempo que ha reconocido: "No he cumplido mis promesas electorales, pero al menos tengo la sensación de que he cumplido con mi deber", en relación a las subidas de impuestos.

Rajoy ha adelantado que el dato de déficit de 2012, que se conocerá en las próximas semanas, pondrá de manifiesto que el conjunto de las administraciones públicas "ha hecho un esfuerzo de consolidación sin precedentes". Ha recordado, como ya hizo recientemente en Berlín, que se prevé que la reducción del déficit estructural primario, es decir, descontando el ciclo económico y la carga de intereses, ascienda a 3,5 puntos del PIB aproximadamente.

Los compromisos de déficit para 2012 suponen que cierre en el 6,3 % del PIB, aunque distintos analistas consideran que podría acabar entorno al 7%. Según Rajoy, el propio título de las jornadas de The Economist, "Más allá de la austeridad, volviendo al crecimiento", es "la constatación de un cambio de percepción" sobre España, ya que hace un año, ha recordado, se dudaba de la sostenibilidad de las cuentas públicas.

El presidente ha recalcado también que la reforma laboral aprobada hace un año es de carácter estructural y por lo tanto no tiene efectos "inmediatos", pero ha considerado que "ya se están observando los indicios de un cambio de patrón de ajuste del mercado de trabajo".

Entre otras cosas, el jefe del Ejecutivo ha apuntado que si bien es cierto que el número de ocupados ha bajado "y mucho" en 2012, "un dato que a veces se olvida" es que más de una cuarta parte de esos empleos perdidos corresponden al sector público.

A su juicio, para valorar el impacto de la reforma laboral "en todo su potencial" habrá que "esperar", pero ha dejado claro que ya hay sectores, como el de la automoción, en el que gracias a la flexibilidad interna promovida por los cambios legislativos se están consiguiendo nuevas inversiones por parte de empresas como Renault-Nissan, IVECO o Ford.

"Gracias a esta mayor flexibilidad interna, los ajustes en materias tales como el salario y la jornada de trabajo constituyen una alternativa a la destrucción de empleo", ha dicho Rajoy, para quien la adaptación a los ciclos productivos "es esencial en sectores como el del automóvil".

Después de un discurso de unos 20 minutos, en el que el presidente ha desgranado las medidas adoptadas hasta el momento por el Gobierno, ha participado en un coloquio en el que se le han realizado varias preguntas.

La primera, sobre el desgaste de los dos grandes partidos españoles y la percepción por parte de los ciudadanos de los políticos, a lo que ha contestado que él "distinguiría entre la gente y otra cosa distinta que no es exactamente la gente", porque en las últimas convocatorias electorales PP y el PSOE han obtenido la mayoría de los votos.

España, ha añadido "tiene la suerte de no tener partidos políticos estrafalarios, que los hay en otros países de la UE". Por otro lado, ha dicho que "nunca" se negará a una reforma de la Constitución, porque ya ha "participado en dos", aunque no considera que sea lo mismo que una "subida del IRPF", que se puede decidir por mayoría parlamentaria, la que el Partido Popular tiene en el Congreso.