Empresas comercializadoras dicen que el siniestro causó "rechazo" al marisco gallego por temor a contaminación

Trabajadores de empresas depuradoras de la provincia de Pontevedra han ratificado, en el juicio que se celebra por la catástrofe marítima del 'Prestige', que el siniestro provocó un "rechazo" al marisco gallego por la creencia de que el producto "estaba contaminado", ha señalado uno de los empleados de la empresa comercializadora de mejillón Barlovento.
Prestige (A Coruña)
Prestige (A Coruña)
EUROPA PRESS
Prestige (A Coruña)

Trabajadores de empresas depuradoras de la provincia de Pontevedra han ratificado, en el juicio que se celebra por la catástrofe marítima del 'Prestige', que el siniestro provocó un "rechazo" al marisco gallego por la creencia de que el producto "estaba contaminado", ha señalado uno de los empleados de la empresa comercializadora de mejillón Barlovento.

Como han hecho otros testigos, los que han declarado este miércoles, han confirmado que no tuvieron "problemas de aprovisionamiento" del producto, pero que sí hubo "restricciones en las ventas" y pérdida de clientes.

Así, lo ha dicho un trabajador de Punta Sinas y otro de Barlovento, empresas comercializadoras de marisco, con sede en la provincia de Pontevedra y con distribución de su producto tanto al mercado nacional como internacional.

En concreto, dos empleados de la empresa Barlovento han manifestado que, tras el siniestro, perdieron clientes en Bélgica y Holanda porque pensaban que el producto "estaba contaminado", ha precisado uno de ellos frente a las tesis del Fondo Internacional para la Compensación de Daños por Hidrocarburos (Fidac) que ha vuelto a atribuir este descenso a las mareas rojas registradas en 2003.

"decían que olía mal"

Otra de sus trabajadores ha asegurado que "en noviembre estaban trabajando muy bien" y que, después de la catástrofe, descendieron las ventas "por la publicidad de cómo estaba el mar". "La gente decía que le olía", ha apostillado.

En la misma línea, el encargado de la comercialización de mejillón en Francia dijo que el rechazo "fue automático" y que para seguir con la actividad tuvieron que comercializar producto de la zona del Mediterráneo. "En 2003 con las ventas que tuvimos, no hubo beneficios", ha resumido.

El juicio proseguirá este jueves con la declaración de testigos aportados por las partes para acreditar los daños por las responsabilidades civiles. La próxima semana está previsto que comiencen a declarar, a partir del día 13 de noviembre, los peritos.

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