Así, uno de los puntos más conflictivos fue la confluencia de Urzáiz y Colón, donde se formaron cuellos de botella alrededor de las 17.00 horas.
Al caos de tráfico contribuyó también el cambio de semáforos, ya que durante la mañana tuvieron que ser apagados en la Gran Vía.
Los peatones, por su parte, debían esquivar a los operarios que se encargaban de la colocación del alumbrado navideño y de la reparación de las aceras.
A pesar de todo, ningún agente de la Policía Local se encargó ayer de regular el tráfico.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios