Los madrileños sacan el pescado, la carne roja y las frutas de su cesta de la compra por la crisis

  • La crisis modifica los hábitos alimentarios de los consumidores madrileños: ahora compran comida más barata y en menor cantidad.
  • Sustituyen la carne de vacuno por pollo o conejo, y se reduce un 17% la compra de pescado fresco, según el registro de consumo del Ministerio de Agricultura.
  • Los nutricionistas están preocupados por "el empobrecimiento de la dieta".
Clientes frente a un puesto del mercado de Maravillas, en Tetuán (Madrid).
Clientes frente a un puesto del mercado de Maravillas, en Tetuán (Madrid).
JORGE PARÍS
Clientes frente a un puesto del mercado de Maravillas, en Tetuán (Madrid).

Las familias madrileñas han cruzado una de las últimas líneas rojas que quedaban por traspasar con la crisis: la alimentación en el hogar. La cesta de la compra se está llenando con productos baratos, mientras se vacía de alimentos costosos: la carne de conejo y pollo sustituye a la de vacuno, la compra de pescado se reduce a la mínima expresión, aumenta el consumo de arroz y pastas e, incluso, la fruta y hortalizas se empiezan a pedir en los mercados por piezas y no por kilos.

Este cambio de hábitos se desprende de la Base de Datos de Consumo en Hogares, elaborado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, a partir de una muestra representativa formada por 1.644 hogares madrileños. Durante el primer semestre de 2012 (últimos datos disponibles), cada madrileño consumió una media de 314,9 kilos de alimentos, un 3,4% menos que en el mismo periodo de 2008 (el semestre previo al estallido de la crisis).

Al analizar los productos por separado se aprecia la sustitución de unos alimentos por otros. El consumo per cápita de carne de vacuno y de ovino-caprino (las carnes más caras) se ha reducido un 23,8% y un 25,5% desde 2008, respectivamente. Mientras, el pollo (la carne barata por excelencia) también se reduce, pero en bastante menor medida: un 3% menos que antes de la crisis. En cambio, el conejo está ganando terreno en los mercados, con un aumento de consumo del 23,2%.

Pero lo que más preocupa a los nutricionistas es el bajón en el consumo de pescado. "Es el punto más crítico, que demuestra que vamos hacia un empobrecimiento de la dieta. El pescado, junto a la fruta y las verduras, son los alimentos básicos esenciales. Y el dinero influye, claro: los productos saludables son más caros", explica el presidente del Comité Científico de la Sociedad Española de Dietética, Jesús Román.

En efecto, el consumo de pescado fresco en Madrid se ha reducido un 17,4% desde el inicio de la crisis, tanto en el caso de los caros (como el lenguado, con un 35% menos), como en el de los más baratos (las sardinas se compran un 32,2% menos). También se sacrifica, aunque algo menos, el consumo de frutas (2,65% menos) y de hortalizas (baja un 4,1%). Eso sí, según cuentan los comerciantes, "los clientes ahora vienen a por tres o cuatro manzanas; no como antes que lo pedían al peso".

Y otro síntoma de la crisis: entre los alimentos más demandados despunta el arroz (un 9,9% más), una de las comidas más socorridas y también de las más baratas del mercado, según el Ministerio.

En cambio, pese a la crisis, los madrileños se mantienen fieles al producto clave de la dieta mediterránea: el aceite de oliva. Entre 2008 y 2012, su consumo subió un 3,82% (su precio ha bajado). Por otro lado, los consumidores están dejando de lado la leche líquida (un 6% menos), en favor de los derivados lácteos (un 6,5% más). Mientras, se consolida otra tendencia: "Comen menos en el restaurante; la gente prefiere irse a casa o llevar la tartera al trabajo", apunta Román.

Comerciantes y clientes en el Mercado Maravillas

José Luis Sebastián, pescadero: "Ahora vendo un 30% menos que antes" > La Boutique del Mar ocupa un lugar estratégico, en plena entrada del mercado de Maravillas. Pero, ni siquiera eso les ha salvado de la crisis. Su dueño, José Luis, se lamenta: "Ahora vendo, como mínimo, un 30% menos que antes de la crisis. Llevo toda la vida aquí y nunca había vivido un momento igual". Ahora, "se vende algo mejor la lubina y la dorada, pero el lenguado es lo que más cuesta dar salida", explica el pescadero. Por no hablar de los moluscos o el marisco: "En estos momentos, eso es un artículo de lujo".

Santos de Diego, carnicero: "Antes vendía más vacuno, ahora piden cerdo" > En el puesto de Santos "antes se vendía más vacuno, pero ahora la gente se tira más por el cerdo. Los primeros 10 días, piden la carne por kilos, pero a mitad de mes ya piden un par de filetes o tres".

Nieves Ramírez, frutera: "Lo de pedir un kilo de manzanas ya no se lleva" > Las acelgas son las reinas de las verduras: "Es lo que más se llevan, porque está barato. Lo que me sorprende es que ahora piden mandarinas o manzanas a la pieza. Lo de pedir un kilo ya no se lleva".

Natalia Rincón, ama de casa: "Hago cálculos para comprar lo justo" > Natalia está llenando un carro de la compra con kilos y kilos de pollo. "Tengo suerte de que mi marido es culturista y solo come pollo, porque las otras carnes están a un precio que no nos podemos permitir", asegura Natalia. "Estoy en paro, no estamos para derrochar, así que todos los meses me siento a hacer cuentas y lo calculo bien para comprar lo justo, ni más ni menos", explica. Su truco está en recorrer todas las tiendas del barrio: "Antes compraba todo en el mismo sitio. Ahora voy buscando la oferta".

Antonio F., cliente: "Si algo se pudre en la nevera, duele mucho" > Ahora mira con lupa todo lo que compra: "Compro casi al día y solo lo que voy a consumir. En estos tiempos de escasez, si algo se te pudre en la nevera y lo tienes que tirar, duele mucho".

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