«Una prenda que nunca pasa de moda, sirve para cualquier ocasión y es más barata que un abrigo», según Francisca Arenas, presidenta de la asociación granadina. El colectivo nació hace veinte años «de la mano de un grupo de personas defensoras de la capa. Nos enteramos de que existía en otras ciudades de Castilla y decidimos crear una asociación en Granada».Esta especie de club social realiza actividades culturales durante todo el año y cada martes por la tarde se reúnen –en la calle José Recuerda, 1–, para charlar «sobre los temas de la actualidad, aunque eso sí, para ser socio tienes que tener una capa. La mía la heredé de mi abuelo y tiene más de cien años», comenta orgullosa Arenas.