La compañía Gaselec Diversificación, encargada de la distribución de la corriente eléctrica en Melilla, ha cortado, este martes, el suministro de energía en algunas dependencias de la Ciudad Autónoma durante varias horas, por el impago de las facturas pendientes que, según la compañía, alcanzan los dos millones de euros, de los que 600.000 se encuentran vencidos, es decir, fuera del plazo para ser abonados.

Con esta medida se han visto afectados el campo de golf, la residencia de deportistas, la Casa de la Juventud, varias oficinas de registros y varias consejerías, entre ellas la de Economía.

Pese al percance que han supuesto, los cortes de suministro se han llevado a cabo conforme al procedimiento y condiciones establecidas en el Real Decreto 1955/ 2000, por el que se regulan las actividades de transporte, distribución, comercialización, suministro y procedimientos de autorización de instalaciones de energía eléctrica, y en el convenio suscrito entre la Ciudad Autónoma de Melilla y Gaselec Diversificación.

De esta forma, la decisión de la compañía llega después de haber comunicado la deuda vencida a la Consejería de Fomento y a la de Medio Ambiente el pasado 21 de enero, con la correspondiente advertencia de que se procedería al corte, como finalmente ha ocurrido, en caso de persistir en el impago.

No obstante, el suministro ha quedado restablecido por completo después de que la Ciudad Autónoma se haya comprometido a pagar en unos plazos concretos. Sin embargo, consideran "impresentable e intolerable" la forma de actual de Gaselec Diversification, a la que en 2012 pagó 5.360.000 euros y, actualmente, está tramitando el abono de otros 650.000.

"Los números cantan", afirmó el consejero de Economía y Hacienda, Daniel Conesa, que aseguró que "este espectáculo lamentable se podía haber evitado". La solución, según él, hubiese pasado por que el responsable de la empresa hubiese mantenido hace unos días la conversación que ha tenido con el consejero de Medio Ambiente este martes.

Además, Conesa ha recalcado que la capacidad de pago de Melilla "es muy buena" y ha manifestado su intención de estudiar cómo se ha producido la situación para reclamar, si es posible, dado el "perjuicio que ha ocasionado a los ciudadanos".