Unas 600 personas han participado este miércoles en la manifestación convocada por el Instituto de Educación Secundaria (IES) Reyes Católicos de la localidad malagueña de Vélez-Málaga para condenar públicamente la agresión sufrida la semana pasada por un docente del centro a manos del padre de una alumna, que accedió al recinto educativo y lo atacó durante un cambio de clase, causándole diversas lesiones.

Profesores, alumnos, padres y personal no docente de este y otros centros educativos del municipio y la comarca, además de representantes sindicales del sector educativo en la provincia y las autoridades políticas municipales, han participado en esta protesta, que se ha iniciado a las puertas del instituto en torno a las 17.30 horas y ha finalizado junto al Ayuntamiento.

Los manifestantes han expresado su rechazo a lo ocurrido con una serie de pancartas, en las que se podían leer lemas como 'Ni una agresión más', 'Instituto agredido. Agresión no solución' o 'Educamos a tus hij@s, respétanos', pancarta esta última que ha sido la que ha encabezado la marcha, y que a la llegada de la manifestación al Ayuntamiento ha sido colgada de uno de los balcones de la Casa Consistorial.

Una vez en el Consistorio, el acto ha finalizado con la lectura de tres manifiestos, uno por parte de los representantes de los padres, otro del personal de administración y servicios del instituto, y otro elaborado por los profesores del centro, que ha sido leído por el director, Daniel Martínez.

Martínez, que ha agradecido en nombre del profesor y de la comunidad educativa la presencia de todas las personas que han participado en la manifestación, ha explicado a los periodistas que la intención de este acto, además de condenar la agresión al docente, es concienciar a la ciudadanía de que sucesos de este tipo no pueden producirse.

"El caso ya está resuelto, el juez ha dictado sentencia, pero hay que hacer ver a la ciudadanía que no se puede saltar uno las leyes, que no se puede agredir a una persona, y menos a una persona que esté trabajando para la educación de los chicos", ha manifestado.

Del mismo modo, ha mostrado su satisfacción por el resultado del juicio, en el que el padre ha sido condenado a ocho meses de prisión por un delito de atentado contra funcionario público y una falta de lesiones, "pues lo importante en estos casos es que se tipifique como delito, que quede claro que un funcionario público en el ejercicio de su profesión es una autoridad y por lo tanto, no se le puede agredir".