De 454 solicitudes, ya se han entregado 97 becas: 65 a mujeres y 22 a hombres. «Habrá más en 2007 y 2008. El año que viene se duplicarán», afirman en el Centro de Estudios Jurídicos del Ministerio (CEJ), encargado de gestionar estas becas.

Hay dos tipos de ayudas

Las ayudas son de dos tipos: 3.000 euros anuales durante tres años para pagar libros de texto y profesores, y unos créditos de 10.000 euros durante cuatro años a interés cero. Pasado ese plazo, los beneficiarios tienen otros cuatro años para devolver el dinero.

«Estos créditos están pensados porque opositar es como un trabajo, hay que estudiar todo el día y no se puede compaginar con un empleo. Es una ayuda para que se dediquen sólo a preparar su futura carrera judicial», señala un portavoz del CEJ.

Para ser beneficiario de estas ayudas se valoran una seria de requisitos: el expediente académico, los ingresos y el número de oposiciones realizadas. Obviamente, hay que ser licenciado en Derecho. Más información en www.cej.justicia.es.

Del cuarto de estudio a la sala de juicios

Sara Gago. Zamora, 27 años.

«Sin esta ayuda no podría opositar».

Le gustaría ser fiscal. «Me han concedido un crédito financiado. Mi familia también me ayuda económicamente, si no no me podría preparar las oposiciones. Hay que estudiar seis días a la semana, diez horas cada día. Llevo cuatro años y cuatro meses estudiando. Los exámenes son muy duros. Hay que pasar tres, y si, por ejemplo, suspendes el tercero, hay que empezar otra vez desde el primero».

David Benavent. Valencia, 27 años.

«Me servirá para pagar profesores».

Este joven lleva toda la vida estudiando. «Acabé la carrera y me puse a prepararme las oposiciones. Llevo ya cuatro años haciéndolo y espero ser juez en pocos meses. Esta ayuda me permitirá pagarme profesores que me ayudarán en mi preparación. No hay que sangrar a la familia. No siento que he perdido mi juventud estudiando. No hay que pensar en lo que pierdes, sino en lo que vas a ganar».

La justicia, mal valorada

La Justicia española no está muy bien valorada entre sus ciudadanos. Para el 37% de los españoles, los tribunales funcional mal o muy mal (para el 35%, funciona regular), según el último barómetro del CIS realizado sobre este tema a principios de año. Otro 84% cree además que nuestra justicia no es equitativa, ya que no ofrece el mismo trato a todos los que recurren a ella. Cinco de cada diez aseguran también que nuestra justicia necesita más medios humanos.