Con una temperatura media de 19,4 grados, octubre ha batido todos los récords de calor, y sobrepasa en 3,4 grados la media del mismo mes de los últimos 59 años, de 16 grados. Hay que remontarse hasta 1995 para encontrar un octubre parecido. Ese mes, la temperatura media fue de 19 grados.

A la hora de hablar de las causas de esta ola de calor, los expertos rechazan cuestiones climatológicas más amplias, como el calentamiento global del planeta, y vinculan las altas temperaturas de estas últimas semanas a un «efecto local» que se ha producido en una parte de la cornisa cantábrica.

Calor continuado

«El viento sur y un anticiclón en el centro de Europa ha sido la causa para que se concentren aquí las altas temperaturas, tanto de noche como de día», explica Margarita Martín, responsable del observatorio meteorológico del monte Igeldo.

Y ese calor continuado ha sido la razón, precisamente, para que octubre no haya batido otro récord, el del día más cálido. «No ha habido una elevación brusca de las temperaturas», explica Martín. El día de más calor fue el 9 de octubre, con una máxima de 28,4 grados, lejos del récord histórico de 33,4.

No deja de ser curioso tampoco que el mes de octubre tuviera menos horas de sol que el mismo mes de los últimos años. Fueron 121 horas totales, siete menos que la media del mes en el observatorio de Sondika.

De sudar la gota a un frío helador

El tiempo anda loco, de eso no hay duda. Durante los últimos años, no hay mes o estación que registre algún récord de calor, frío, lluvia, nieve o cualquier fenómeno meteorológico. Para los expertos no sería de extrañar que el próximo invierno fuera helador, a pesar del calor de estas semanas. Sin ir más lejos, el último invierno en Vizcaya fue el más gélido de los contabilizados. Hubo 14 días de heladas y nueve de nieve en Sondika, con lo que alcanzó el mismo récord de 1955 y 1985.

Imanol Orozko (agente de viajes, 51 años)

«No es normal para esta época lo que está pasando en los últimos años. Trabajo con la nieve y va a ser muy difícil que la estaciones estén a punto en el puente de diciembre».

Ana Gardeazabal (comercial, 50 años)

«El cambio en Euskadi se está notando mucho. Antes hacía un tiempo de pena y ahora parece Burgos. Ya no llueve como antes, y con mucha diferencia. Esto va a ser un desierto».

Javier Hernández (pianista, 56 años)

«Dicen que es reflejo del calentamiento, pero yo no soy alarmista. Ha habido muchos años parecidos, con calor, sequías... Creo que tenemos años de tiempo estable para rato».