El consejero de Política Territorial e Interior del Gobierno de Aragón, Antonio Suárez, ha considerado que la crecida del río Ebro a su paso por la provincia de Zaragoza no causará "afecciones graves" a las poblaciones, ya que la avenida "viene muy lenta", si bien el operativo está preparado para adoptar medidas extraordinarias en caso de que sea necesario y el Ejecutivo se mantendrá "muy expectante".

En declaraciones a los medios de comunicación, tras presidir la reunión del Comité Asesor del Plan de Emergencias por Inundaciones en el edificio Pignatelli en Zaragoza, el consejero ha remarcado que "la previsión es que no se produzcan graves afecciones a la población", aunque se inundarán campos y habrá "problemas de ese tipo" o filtraciones en algunas casas como ya ha ocurrido en Novillas, ha comentado. De momento se han anegado unas 4.000 hectáreas, la mitad de las cuales son de cultivo, sobre todo de alfalfa y cereal de invierno.

En todo caso, "la previsión, siempre con mucha cautela, es que esta crecida no vaya a afectar al final a los núcleos de población de forma grave y que no tengamos que desalojar" a los vecinos de las localidades de la ribera.

La punta de la avenida llegará "sobre las 20.00 horas" a Novillas, con un caudal estimado de "unos 2.100 metros cúbicos por segundo". A las 15.00 horas de este martes llegará a Alagón y en la madrugada del día 22 al 23 de enero a la capital aragonesa con "unos 2.000 metros cúbicos por segundo".

El dispositivo especial ya está preparado, "se han tomado todas las medidas de prevención posibles y estamos preparados por si hubiera que tomar alguna medida, que creemos que no, de desalojo", ha señalado el consejero, para insistir en que "la crecida viene lenta".

Limpiar el río

En este caso, "el problema fundamental que se está viendo una vez más, pero en esta ocasión de forma muy gráfica, es el tema de la falta de limpieza de los ríos, del Ebro", porque con el mismo caudal se alcanza una mayor altura, la "equivalente a si el río llevara 300 metros cúbicos más".

"Esa es una cuestión que el Gobierno de Aragón está abordando desde hace un tiempo y que esperemos que pueda acometerse a corto plazo" porque "es necesario limpiar los ríos", ha defendido.

De hecho, la Plataforma de Afectados por las Inundaciones ha anunciado que celebrarán una concentración este domingo, ante la sede de la Confederación Hidrográfica del Ebro en Zaragoza, para exigir que se limpie el cauce y se eviten así estos problemas.

Suárez ha coincidido en que "si el río Ebro estuviera más limpio de como está es evidente que en altura no llegaría a donde se prevé que llegue". Sin embargo, "con un caudal que no sería preocupante tenemos que estar preocupados porque gana altura". Para el Ejecutivo, este es "un reto en el que debemos estar todas las administraciones, un reto muy importante y el gobierno lo tiene muy claro".

Medidas de prevención

Respecto a la posibilidad de que se declare zona catastrófica a los municipios afectados por inundaciones, el consejero ha indicado que "eso se verá en su momento, ahora lo que nos compete es tomar todas las medidas de prevención para evitar afecciones y de forma muy concreta a la población".

Así, representantes de los departamentos de Interior, Medio Ambiente, Obras Públicas y Sanidad del Ejecutivo autónomo, de la Confederación Hidrográfica del Ebro, Delegación del Gobierno, Diputación Provincial de Zaragoza y Cruz Roja han analizado los últimos datos disponibles sobre la crecida y se reunirán de nuevo esta tarde, a las 21.00 horas, para evaluar la llegada de la avenida a Novillas, si bien "todos los operativos están preparados" y los bomberos de la DPZ, de los parques de Ejea y Tauste, ya están desplegados por los municipios de la ribera para intervenir si es necesario.

Asimismo, Antonio Suárez ha informado de que tres carreteras permanecen cortadas por la crecida, la vía A-127 de Gallur a Ejea, a la altura de Gallur, y dos carreteras provinciales que unen Boquiñeni y Pradilla y Cortes y la A-126, en Alagón. En los tres casos se han establecido pasos alternativos.

Desalojados en peñaflor

Por otra parte, el Ayuntamiento de Zaragoza ha informado de que se ha autorizado a regresar a sus domicilios a los vecinos del barrio de Peñaflor que fueron desalojados este fin de semana por la crecida del río Gállego, pero no sucede lo mismo con los vecinos de Movera que, de momento, deberán permanecer realojados en otra zona.

Aunque en la capital no hay otras novedades, los Bomberos de Zaragoza, junto a Policía Local, Protección Civil, Confederación Hidrográfica del Ebro y el resto de organismos responsables mantienen la vigilancia en las riberas del Ebro y del Gállego y siguen la evolución de la crecida.