Los animales también sufren la crisis, y de una manera cruel. Para ahorrarse el veterinario y los cuidados específicos cada vez más catalanes abandonan a sus mascotas. Los dejan cuando son viejos, cuando sufren enfermedades terminales o deben pasar por tratamientos costosos. Las protectoras alertan de que cada vez hay más animales de raza mal cruzados por los propios propietarios, que son abandonados porque desarrollan enfermedades congénitas.

La Sociedad Protectora de Animales de Mataró (SPAM) ha alertado de que la mayor parte de los 2.142 animales que recogió durante el año pasado eran perros y gatos "en un estado de salud al límite". Son mascotas de edad avanzada (unos 14 o 15 años) y que en muchos casos se encuentran en situación crítica.

"Muchas veces, las personas ni siquiera pueden hacer frente al pago de la eutanasia de su animal y otras no pueden pagar las operaciones o los tratamientos veterinarios", confirma la presidenta de SPAM, Sílvia Sierra.

Aumentan también de forma notable los animales de raza enfermos que son abandonados. Nacen con afecciones congénitas porque han sido cruzados indebidamente, normalmente por los propios amos, poco conscientes de la irresponsabilidad de emparejar animales ya muy manipulados, según ha podido constatar la Fundación Altarriba. "Aquí somos muy esnobs. La gente quiere perros de raza, pero no se da cuenta de que necesitan un cuidado especial y que esto representa un gasto", indica Yolanda Valbuena, directora del Área Jurídica de Altarriba.

Valbuena hace un llamamiento a recurrir a las protectoras para cruzar a los animales en condiciones. En el último año, la Fundación Altarriba ha detectado "un aumento brutal" de perros abandonados con chips sin actualizar. Son animales entregados por sus amos a segundas y terceras personas sin actualizar los datos y que, finalmente, son encontrados en la carretera. Es el caso de dos Golden que pasaron por cinco manos en un año. "Hay un descontrol total", concluye Valbuena.