La Sala Pintores 10 de Cáceres, dependiente de la Diputación Provincial, acoge desde este jueves, día 17, y hasta el próximo 15 de febrero, la exposición colectiva 'Identidad'.

Se trata de una muestra compuesta por obras de cuatro estudiantes y exalumnos de la Escuela de Bellas Artes 'Eulogio Blasco' de la capital cacereña, que aportan su "particular percepción de la identidad social".

Así, estas aportaciones se han llevado a cabo bajo un el mismo hilo conductor de "construir la realidad", a través de la pintura, la escultura, el dibujo, la instalación o la fotografía, según informa la institución provincial en nota de prensa.

ARTISTAS

La obra de la licenciada en Bellas Artes, Elena Bautista, es uno de los trabajos que forman parte de esta exposición. Su pieza propone una lectura "intimista", una mirada hacia "su propio interior".

A través de su trabajo, Bautista "intenta recapacitar" sobre las ideas y arquetipos que vienen unidos a roles tales como, ser mujer, ser femenina, ser extremeña, ser artista, en definitiva, el papel de ser ella misma.

Sus obras fluctúan de esta manera, entre la "sensualidad del cuerpo femenino, y la añoranza a la tierra", recoge la nota.

En cuanto al proyecto de la también licenciada en Bellas Artes, Ana García, es una "reflexión sobre la coexistencia de las realidades que nos conforman".

Así, esta joven artista representa al individuo como una "suma de identidades y de realidades", componiendo así personas "indefinidas", con múltiples fragmentos que forman "conjugaciones infinitas".

Trabaja con la luz, el papel, las transparencias y el movimiento, creando así una "atmósfera inmaterial, impalpable, subjetiva y variable", según la posición del espectador en la sala.

A estas jóvenes artistas se suma el también licenciado en este campo, Carlos González, que ofrece una "visión irónica" de la identidad humana. Llena de personajes alienados, dominados y subordinados, su obra enseña al espectador que a pesar de todo, "estamos sujetos a normas y modas, que nos alejan, nos individualizan y nos son impuestas".

De este modo, algunos de los protagonistas miran directamente al espectador, "como tratando de decir algo o captar la atención". El tratamiento de las imágenes se hace en blanco y negro, y con una línea definida y clara con tinta china, adquiriendo la obra un aspecto duro.

Por su parte, Alberto Lancho, que cursó la modalidad de Escultura en la Escuela 'Eulogio Blasco', expone una serie de piezas escultóricas con un "fuerte carácter formal", entendiendo la identidad como herencia cultural.

Dirige su mirada permanentemente a las fuentes clásicas y al ideal de belleza. Aun así, en las piezas presentadas rompe con el canon clásico, cediendo terreno la racionalidad y la copia a la contención, encontrando cierta sensación de desasosiego, concluye.