El precio medio del menú del día en los bares y restaurantes más económicos de la ciudad es de 11,50 euros,  que multiplicados por 20 días hábiles cada mes, ascienden a un gasto mensual de 230 euros.

El presupuesto se reduce más de la mitad en los comedores de las facultades,   que no son exclusivos para los estudiantes universitarios y tienen un precio máximo de 4,50 euros. De esta manera, comer todos los días en el campus sale como mucho por  90 euros al mes.

Comer barato, además, no implica perder calidad en la alimentación. Los comedores universitarios ofrecen un menú completo, con dos o tres primeros, otros tantos segundos y dos postres a elegir. Además, en la carta nunca faltan las verduras ni el pescado, «para poder seguir una alimentación lo más equilibrada posible», explican los responsables del comedor del edificio Torres Quevedo, en el Actur.

Éste es uno de los más grandes de la Universidad de Zaragoza y atiende a una media de 350 personas cada día.  El más pequeño es el de Matemáticas, con apenas diez mesas, uno de los más populares entre los estudiantes por la calidad de sus platos caseros.

Además de estos dos, también hay comedores en las Facultades de Económicas y Empresariales, Derecho, Filosofía y Letras, Veterinaria y en la Escuela Universitaria de Servicios Sociales. Funcionan como autoservicio y dan comidas de lunes a viernes entre las 13 y las 15.30 horas.

La oferta para comer se completa con las cafeterías de casi todas las facultades, que están abiertas todos los días entre las 8.30 y las 20 horas y los sábados de 9 a 14.

También comida por encargo

Las comidas de trabajo o las celebraciones entre amigos no tienen por qué hacerse fuera del campus. Algunos comedores universitarios, como el de Torres Quevedo, ofrecen la posibilidad de diseñar menús especiales. El precio de este servicio depende del número de comensales y de los platos encargados y los responsables del comedor ponen a disposición de los clientes un espacio reservado y servicio de camareros.